Una tras otro las medidas migratorias de Donald Trump han ido estrechando un cerco sobre los inmigrantes en Estados Unidos.
A partir de ahora, miles de inmigrantes que no hablen inglés podrían quedarse sin respuesta al llamar al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS). La administración del presidente Donald Trump canceló los servicios de traducción telefónica en varias líneas clave del sistema migratorio, lo que ha generado fuertes críticas por parte de defensores de derechos civiles y abogados de inmigración.
No hay intérprete, no hay llamada
La nueva política establece que, si un funcionario no puede comunicarse directamente con la persona que llama por barrera de idioma, deberá cortar la llamada sin transferirla a un agente bilingüe ni a un servicio de interpretación.
La medida afecta particularmente a inmigrantes que necesiten consultar, corregir o verificar información sobre su estatus migratorio, especialmente en programas como E-Verify y SAVE, fundamentales para acceder a empleo y beneficios públicos en Estados Unidos.
Millones de afectados por una barrera lingüística
Organizaciones civiles alertan que esta decisión incrementa la vulnerabilidad de comunidades enteras, especialmente de personas hispanohablantes y de origen asiático, que dependen del acceso lingüístico para comprender su situación legal o resolver errores administrativos.
Expertos advierten que, sin traducción, los errores en registros migratorios aumentarán, y muchas personas podrían perder oportunidades laborales o beneficios sociales por no poder aclarar su estatus.
Trump justifica la decisión como parte de un recorte de contratos
Según el memorando filtrado, esta cancelación forma parte de una reducción de gastos operativos impulsada por el equipo de Trump mientras prepara el nombramiento de Joseph Edlow como nuevo director del USCIS. La agencia aún no ha emitido declaraciones oficiales sobre esta medida, pero las críticas no han tardado en aparecer.
La administración Trump sostiene que este tipo de decisiones buscan “promover la unidad nacional” y reducir costos, aunque sectores legales y comunitarios lo interpretan como una maniobra para obstaculizar el acceso de inmigrantes a derechos básicos.
Una movida que recuerda a otras políticas restrictivas
No es la primera vez que Trump toma decisiones de este tipo. Ya durante su primer mandato, redujo presupuestos destinados a servicios de integración y limitó opciones de asistencia para migrantes con procesos activos.
Ahora, con esta nueva política, el acceso telefónico al USCIS —una de las pocas vías directas de comunicación con el sistema migratorio— se convierte en otro muro, esta vez lingüístico.