Una pareja de cubanos ha sufrido en carne propia qué se siente tras una deportación. El matrimonio sufrió las consecuencias dos veces, en su afán de radicarse fuera de la Isla.
Lino Antonio Rojas Morell, de 53 años, y su esposa, Yudith Pérez, de 52, decidieron abandonar su país por primera vez el 9 de octubre de 2021. Justo en ese momento comenzó su propia odisea.
Ambos le han dado la vuelta a Europa y a Latinoamérica en su intento por establecerse fuera de Cuba. Durante la primera salida, ellos optaron por irse a Moscú, Rusia. Allí continuaron su viaje rumbo a Serbia, pasaron por Macedonia y terminaron en Grecia, un país que no les dio, precisamente, la bienvenida.
Las leyes que imperan en esa nación no permitieron que los cubanos permanecieran allá. Ellos hicieron lo posible por adaptarse a la cultura y al idioma. Sin embargo, durante su estancia el gobierno griego implementó una serie de deportaciones continuas, según reseña el diario El País.
La pareja fue objeto, incluso, de violencia por parte de los agentes de la policía y guardias fronterizos. Quedaron secuelas físicas, así como golpes visibles en los rostros y cuerpos de los migrantes.
Luego se trasladaron a Turquía. Allí lograron trabajar en una fábrica de zapatos. La estancia fue corta debido a las deportaciones que estableció el presidente del país Recep Tayyip Erdoğan.
Rumbo a Estados Unidos vía Nicaragua
Finalmente, el matrimonio fue devuelto a la Isla procedente de Turquía. No obstante, persistieron en su afán de salir de Cuba y volaron a Nicaragua para luego seguir rumbo a Estados Unidos.
Ya en México su suerte no fue diferente a la anterior. La pareja fue deportada el pasado 7 de noviembre, en un avión en el que viajaban 320 personas de nacionalidad cubana.
Lino comentó a su regreso que no aspira a riquezas, sino a vivir dignamente los años que le restan de vida. Mientras, su esposa aseguró que lo van a volver a intentar. “El primer país que nos abra las puertas, para ahí nos vamos”, sentenció Yudith.