Tres balseros cubanos que se encontraban en altamar frente a las costas de Progreso, en Yucatán, fueron rescatados por pescadores mexicanos. Lo cierto es que al momento del rescate los cubanos padecían altos grados de deshidratación, de acuerdo a lo informado por la prensa local.
El suceso ocurrió mientras los pescadores viajaban en la embarcación “Tigre III”, cuando detectaron a tres extranjeros a la deriva en un bote.
De inmediato los rescatadores dieron parte a las autoridades de la Secretaría de Marina mexicana, y estos acudieron al lugar.
Algunos medios regionales señalaron que los pescadores se encontraban a 42 millas náuticas (77 kilómetros) al noroeste de Progreso cundo vieron a los cubanos.
Estos últimos presentaban signos evidentes de deshidratación y corrían el riesgo de volcarse debido a la pérdida de noción causada por las altas temperaturas.
¿Qué ocurrió con los cubanos?
Tras el llamado de los pescadores, llegó una embarcación tipo Defender con personal de la Estación Naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima (ENSAR). Esta embarcación provenía de Yucalpetén, y transportaba miembros de la Secretaria de Salud de la entidad federal mexicana.
Por tanto, los cubanos fueron valorados por el personal médico e hidratados, hasta que consiguieron un estado de salud estable.
Fue así como desembarcaron por el muelle del Resguardo Marítimo Federal del puerto de abrigo de Progreso. Entre tanto, los tres sobrevivientes fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM).
Esta entidad será la encargada de gestionar las acciones para que los rescatados reciban apoyo humanitario y se efectúen los trámites de su situación legal.
Pero, no es la primera vez que se da un caso como este en costas mexicanas. Ya a inicios de este propio mes, otros cuatro cubanos fueron rescatados por pescadores mexicanos con graves signos de deshidratación.
Ellos habían permanecido 34 días en altamar, con el objetivo de llegar a Estados Unidos y fueron encontrados cerca de San Fernando, en Tamaulipas.
No obstante, algunos días después, el INM confirmó a la prensa que, por razones humanitarias, habían concedido la residencia en México a estos rescatados.