Las actuales políticas migratorias de Donald Trump se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para miles de cubanos que realizaron su sueño de llegar a Estados Unidos, y ahora pueden ser deportados a Cuba.
Miles de cubanos que ingresaron a Estados Unidos en los últimos años enfrentan hoy la posibilidad de ser detenidos o deportados, pese a haber cumplido con sus citas migratorias y no tener antecedentes penales. El motivo es el estatus migratorio precario que les otorga el formulario I-220A, conocido como “liberación bajo palabra”.
Este documento es entregado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) o la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a personas en proceso de deportación que son liberadas temporalmente, bajo ciertas condiciones. Aunque permite su permanencia física en el país, no otorga beneficios migratorios ni protección contra una eventual expulsión.
Qué implica tener un I-220A
El formulario establece que el migrante se encuentra detenido y bajo proceso de remoción, pero se le libera bajo palabra, con condiciones claras: presentarse a futuras audiencias, colaborar con ICE y entregarse si así lo requiere una orden judicial. La persona no recibe un estatus migratorio, ni puede trabajar legalmente, ni solicitar beneficios federales.
A diferencia de quienes entraron con parole humanitario, los cubanos con I-220A no pueden acogerse directamente a la Ley de Ajuste Cubano, que exige haber sido admitido legalmente. Esta diferencia técnica ha sido clave para el gobierno a la hora de endurecer su política migratoria.
Fallo judicial y cambio de prioridades con Trump
En septiembre de 2023, la Junta de Apelaciones de Inmigración del Departamento de Justicia dejó claro que el I-220A no equivale a un parole. Con esa decisión, miles de cubanos quedaron fuera del camino hacia la residencia permanente por la Ley de Ajuste Cubano y quedaron más expuestos a la deportación.
La llegada de Donald Trump al poder ha agravado esta situación. El gobierno federal ha comenzado a detener migrantes con este formulario, incluso cuando están a la espera de audiencias o tienen solicitudes de asilo en trámite. Abogados de inmigración en Miami aseguran que nunca antes habían visto detenciones de personas con I-220A y sin antecedentes penales.
Detenciones recientes en Florida
Según reportes de prensa y abogados consultados por El Nuevo Herald, se han producido arrestos durante controles rutinarios en Miami. Las detenciones han generado miedo e incertidumbre en comunidades migrantes, especialmente entre cubanos que pensaban que su situación estaba en regla.
Wilfredo Allen, abogado de inmigración, denunció que su clienta —una mujer con I-220A y solicitud de asilo en curso— fue detenida sin previo aviso. “Es la primera vez que veo esto. Personas sin antecedentes, con casos abiertos, ahora están siendo arrestadas”, señaló.
Mark Prada, otro abogado con sede en Miami, fue más directo: “Siempre fueron vulnerables. La diferencia es que ahora hay órdenes de actuar. La prioridad es deportar a todos”.
Qué pueden hacer los migrantes con I-220A
Ante este panorama, los abogados recomiendan que los cubanos con I-220A sigan acudiendo a sus citas migratorias y no pierdan contacto con las autoridades. También aconsejan que busquen alternativas legales para ajustar su estatus, como el asilo político o solicitudes de residencia por parte de familiares.
Es importante, dicen, que siempre lleven consigo pruebas de presencia física continua en Estados Unidos por más de dos años. Esto puede ser útil si en el futuro se abren vías para regularizar su situación.
Muchos cubanos han empezado a entender que su estancia en el país pende de un hilo legal muy fino. Y la política actual, lejos de brindar protección, apunta a una deportación masiva sin matices, donde ni siquiera quienes cumplen con la ley están seguros.