En el Bronx, Nueva York, una tienda de Home Depot amaneciĂł prácticamente vacĂa, sin el movimiento habitual de compradores ni de jornaleros que buscan empleo en construcciĂłn.
Miedo a ser arrestados
Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, su administraciĂłn ha reforzado las redadas migratorias con el objetivo de detener a personas con antecedentes penales o que hayan cometido delitos en el paĂs. Sin embargo, las operaciones de ICE tambiĂ©n han llevado a interrogatorios y detenciones de migrantes sin papeles, incluso si no cuentan con antecedentes.
Este clima de incertidumbre ha cambiado la dinámica en lugares clave para el trabajo temporal. JosĂ© MacĂas, un ecuatoriano radicado en Nueva York, describiĂł el impacto en el Home Depot del Bronx:
«Aunque eran las 06:30, antes Home Depot estaba a reventar, la gente comprando cosas, y afuera en el parking siempre habĂa 70 u 80 personas buscando trabajo. Hoy solo habĂa una sola persona y la señora que vende café», relatĂł.
Los efectos se extienden a otros puntos del Bronx, donde los migrantes solĂan reunirse para ser contratados por el dĂa en proyectos de construcciĂłn. SegĂşn MacĂas, la gasolinera donde normalmente se congregaban tambiĂ©n estaba vacĂa.
Deportaciones en aumento
El temor a ser detenidos ha llevado a muchos migrantes a evitar salir a las calles. En redes sociales han circulado alertas sobre operativos en zonas concurridas, como Broadway y otras avenidas importantes.
Datos recientes de la cadena NBC indican que, solo el pasado domingo, más de la mitad de los arrestados (52%) tenĂan antecedentes penales o casos pendientes en sus paĂses de origen.
Sin embargo, Tom Homan, alto funcionario del control fronterizo, advirtió que «cualquier inmigrante indocumentado debe temer ser arrestado en cualquier momento, no importa que no tenga o no un récord criminal».
Mientras tanto, las deportaciones siguen en marcha. El 28 de enero, dos vuelos con más de 80 ecuatorianos llegaron a Guayaquil tras ser expulsados de Estados Unidos.
Los efectos de estas polĂticas se reflejan en la vida cotidiana de miles de migrantes, quienes, por miedo a ser detenidos, han cambiado su rutina y han dejado vacĂos los espacios donde antes buscaban oportunidades laborales.