Un trabajador del Aeropuerto Internacional, Antonio Maceo, de Santiago de Cuba escapó del país como polizón en un vuelo chárter de Swiftair. En declaraciones a Univisión 23, el joven de 24 años, comentó que antes de tomar esa decisión “ayudó” a un pasajero que viajaba a Nicaragua.“A partir de ese momento comencé a temer por mi integridad”, recalcó Rafael García Rodríguez, protagonista de esta historia de fuga. Para poder escapar en un avión sin ser detectado, dice, se peló bajo, se puso un nasobuco y así nadie lo reconoció.
Explica, además, que trabajaba en el Aeropuerto un día sí y otro no. El turno contrario al suyo no lo conocía mucho porque apenas habían coincidido en otras labores propias de la terminal aérea.
El joven salió de Cuba el 29 de octubre pasado y apenas llegó a Estados Unidos se entregó a las autoridades migratorias. Ahora permanece bajo custodia en un centro de detención para inmigrantes de Broward, Florida.
Plan ideal de fuga
En su entrevista para el canal Univisión 23, Rafael reveló que en la terminal santiaguera no funcionan todas las cámaras de seguridad. Ese hecho lo aprovechó al máximo porque, además, solo enfocan los paquetes que se van bajando.
El plan marchaba a la perfección, para completarlo mostró su identificación a un oficial de seguridad del aeródromo y accedió directamente a la pista. Por si fuera poco, consiguió un chaleco verde de Swiftair y una bolsa con botellas de refresco y agua. El objetivo era regalarlas a los trabajadores del propio aeropuerto, algo que hacen usualmente las tripulaciones de los vuelos extranjeros.
En estos momentos, el polizón cubano está en pleno proceso de solicitud de asilo político en Estados Unidos. En sus primeras declaraciones a las autoridades, dijo Rafael, que si deciden enviarlo a Cuba correría peligro y terminaría en la cárcel.