La suspensión de diálogos bilaterales corta la única vía oficial de contacto migratorio entre ambos países. Crece el temor a medidas más duras por parte de la Casa Blanca.
La Administración de Donald Trump ha decidido pausar indefinidamente las conversaciones migratorias con el Gobierno cubano, que tradicionalmente se realizaban dos veces al año.
La ronda prevista para abril en La Habana no tiene fecha ni figura ya entre las prioridades del Departamento de Estado.
“Estados Unidos ya no se comprometerá con el régimen cubano por el mero hecho de establecer un compromiso y mantener un diálogo sin fin”, declaró un alto funcionario, en una frase que resume el giro radical adoptado por Washington desde el regreso de Trump a la Casa Blanca.
Las conversaciones habían sido reanudadas por el Gobierno de Joe Biden en 2022, tras haber sido suspendidas en 2018 por Trump. La última tuvo lugar en diciembre de 2024 en La Habana, con reclamos de Washington sobre derechos humanos y migración irregular.
Ahora, la suspensión significa el cierre de la única vía de contacto oficial que aún se mantenía abierta entre ambos países, y que servía para coordinar operativos de deportación, prevenir el tráfico humano y contener los flujos migratorios.
Deportaciones, vuelos en pausa y 42.000 cubanos en el limbo
Entre los temas más sensibles afectados por esta ruptura están los vuelos de deportación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que habían sido retomados en abril de 2023. Hasta marzo de este año se habían realizado 24 vuelos y se había devuelto a 1.152 personas.
Sin embargo, Cuba ha rechazado aceptar a cubanos con antecedentes penales o con larga permanencia en Estados Unidos, lo que ha dejado a más de 42.000 personas con orden final de deportación en libertad supervisada.
Algunos han sido trasladados a centros de detención en Luisiana o Nuevo México. La presión migratoria sobre estas personas va en aumento, con redadas más frecuentes, detenciones de quienes tienen procesos pendientes y temor a que algunos puedan ser enviados incluso a la base de Guantánamo.
Una lista roja en el horizonte
En este contexto, han surgido versiones no confirmadas sobre la posible elaboración de una «lista roja» de países, entre ellos Cuba, a los cuales se restringiría el ingreso a Estados Unidos. Incluyendo no solo a ciudadanos cubanos residentes en la isla, sino también a quienes ya viven en Estados Unidos, aunque tengan residencia o parole.
El temor entre familias cubanas en Florida es creciente. Especialmente luego de que funcionarios del Gobierno, congresistas y sectores conservadores empezaran a impulsar medidas más severas, como el congelamiento de remesas y viajes familiares.
Uno de los más activos ha sido el congresista Carlos Giménez, quien ha pedido públicamente a la Administración que corte las remesas y detenga todos los vuelos a la isla. Ello, bajo el argumento de que el dinero y los viajes sostienen económicamente al régimen.
El caso de María Elvira y los viajes “inmorales”
Por su parte, la congresista María Elvira Salazar ha intensificado su campaña contra lo que califica como «doble moral migratoria». Ha criticado a cubanos que piden asilo en Estados Unidos alegando persecución, pero luego viajan de vacaciones a Cuba.
“No se puede venir diciendo que te persiguen y después ir a Varadero a tomarte un mojito”, dijo en una reciente intervención pública. Para ella, este tipo de comportamiento desacredita los procesos de asilo y justifica una revisión más estricta de estos casos.
Este tipo de declaraciones coinciden con el endurecimiento de políticas por parte del Departamento de Seguridad Nacional, que ha incrementado los controles consulares y las entrevistas de escrutinio. Especialmente para solicitudes de visa de no inmigrante desde Cuba.
Estadísticas que reflejan el cambio
Los datos del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) confirman un cambio de rumbo. Solo 282 cubanos ingresaron de manera irregular a Estados Unidos en febrero y marzo de 2025, frente a un promedio mensual de casi 8.000 durante el inicio del año fiscal.
En paralelo, también ha bajado el número de visados aprobados en la Embajada de Estados Unidos en La Habana. En febrero se otorgaron apenas 1.172 visas, la mayoría por reclamaciones familiares IR-5 y casos rezagados de la lotería de visas.
La política migratoria de Trump no solo apunta a limitar la entrada de nuevos migrantes, sino también a revisar los antecedentes de quienes ya están en el país. Lo que incluye investigaciones sobre falsedades en solicitudes de asilo, vínculos con el Partido Comunista o con el Gobierno cubano.
La puerta se cierra, pero el éxodo continúa
A pesar de las restricciones, la crisis económica y social en Cuba no da tregua. Miles de personas siguen buscando la manera de salir, ahora en un contexto mucho más hostil y con menos vías legales disponibles.
Las conversaciones migratorias eran una herramienta clave para regular esos flujos y mantener cierto grado de cooperación entre los gobiernos. Su congelamiento deja a miles de familias en el limbo y acerca el escenario de un conflicto migratorio de mayor escala.
Seguir leyendo en Directorio Noticias
Sigue nuestros canales de WhatsApp, Telegram y Facebook.
Comentando no se trata de asumir la actitud del Presidente de EEUU, que tome una consulta con un Psicólogo y un Psiquiatra haber de conducta de personalidad Sicopatía tiene, hacer un tratamiento, un reposo haber si sale una persona normal de ese necesario proceso médico, llévate la Embajada Americana, si el único trabajo que tienen es de espionaje en la Isla, acaba la relación con Cuba y ya. Tenemos quienes no van ayudar en todos los aspectos