La edad no es impedimento para el cubano dispuesto a emigrar. Así lo han demostrado en el último año no pocas personas de avanzada edad, y más recientemente lo hizo Julia Ramona Acosta.Esta anciana de 82 años finalmente se reencontró con su familia este martes en Miami-Dade. Para lograr su objetivo siguió la ruta que inicia en Nicaragua, y prosigue por Centroamérica y México hasta alcanzar los Estados Unidos.
Entrevistada por el canal Univision 23, aseguro que su trayecto de dos meses lo hizo sin temores.
“No le tuve miedo a nada. En ningún camino, en ningún lugar donde estuve tuve miedo”, afirmó la anciana.
“Yo pasé la travesía como cualquiera que la hubiera pasado mucho más joven que yo. Si lo tuviera que hacer otra vez, lo haría de nuevo”, añadió.
Según Julia Ramona el único susto fue cuando tuvo que enfrentar el frío en el desierto de Arizona, por los dolores en una pierna. Además, al cruzar la frontera, un perro se le tiró a una pierna.
De cualquier modo, la anciana tenía seguro que debía emigrar, pues se había quedado sola en Cuba. Todos sus familiares más cercanos viven en Miami.
“Yo tengo que irme con los míos. Y con ellos voy a llegar hasta el fin de mis días”, concluyó.
La familia de Julia Ramona siguió paso a paso su recorrido por tierras de Centroamérica y México. Afortunadamente, la anciana pudo llegar a su meta, y en casa todos tienen motivos para celebrar.
La nieta, Dalays Martín, así lo asegura:
“Hace dos años no adornaba mi casa, pero ahora, como ve, arbolito y todo es especial porque ella era lo que me quedaba en Cuba. Ya se me acabaron los viajes a Cuba porque no tengo nada que buscar ahí”.
Según Dalays, de su abuela aprendió no tenerle miedo a nada en la vida.