Este 23 de marzo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) puso fin a ciertas medidas relacionadas con temas de migración.
Estas medidas se habían tomado durante la pandemia del COVID-19 y tenían el objetivo de flexibilizar y otorgar plazos mayores a algunos procesos migratorios. Así lo anunció USCIS en un comunicado dirigido a toda la población.
La entidad expresó también que no habrá más extensiones relacionadas con esta medida. Sin embargo, esto pudiera ser reversible en caso de que surjan nuevos cambios relacionados con la pandemia.
Por tanto, desde el pasado 23 de marzo se debe responder a cualquier notificación o solicitud de USCIS antes de la fecha de vencimiento indicada.
¿Qué documentos se deben tener en cuenta para ello?
Las Solicitudes de Evidencia; Continuaciones de Solicitudes de Evidencia (N-14) y Notificaciones de Intención de Denegación son algunos de los documentos que no pueden faltar.
También se deben tener en cuenta Notificaciones de Intención de Revocación; Notificaciones de Intención de Rescindir y Notificaciones de Intención de Terminación de Centros Regionales.
No faltarán las Notificaciones de Intención de Retirar el Estatus de Protección Temporal y las Mociones para Reabrir un N-400 de Conformidad con 8CFR 335.5. Finalmente se deberá tener en cuenta el Recibo de Información Negativa Después de la Concesión.
Por otra parte, siempre existirá el caso de las personas que presenten un formulario I-290B o un formulario N-336. Si fueran sobre una decisión luego del 23 de marzo de 2023, entonces deberán respetar las fechas de vencimiento indicadas en las instrucciones del formulario. Así lo explicó en el comunicado la agencia migratoria.
Hay que aclarar además, que USCIS mantiene su accionar con suma discreción para proporcionar ciertas flexibilidades de acuerdo con cada caso específico.
Esto estaría en dependencia del orden según se soliciten, ya sea para solicitantes o para peticionarios afectados por emergencias o circunstancias imprevistas.
Aquí entrarían catástrofes naturales como huracanes, incendios forestales, clima severo; emergencias nacionales o enfermedades graves incluyendo el COVID-19.