Según se ha anunciado oficialmente, la documentación legal de la U.S. citizenship otorgada a extranjeros tardará hasta dos años en llegar a los solicitantes de la misma.
De acuerdo con las declaraciones de Funcionarios del Servicio de Inmigración y Citizenship (USCIS) la demora en dichos trámites es el resultado del sostenido incremento de la cantidad de solicitudes, y de no poder destinar más personal a atender y procesar estas solicitudes. Solamente, se acumulan más de 700 mil casos aplazados aún de una resolución.
El disparo del número de personas reclamando su legalización migratoria en United States es producto del miedo que estas tienen a ser expulsadas de Norteamérica, sobre todo desde que es Donald Trump el inquilino de la Casa Blanca.
Debido a este temor y el apremio que este engendra, en el intento por legalizar cuánto antes su situación migratoria, numerosas personas han caído en el fraude, tantos que la USCIS alega que existen alrededor de 2500 casos que serán enviados en breve al Departamento de Justicia.
La situación es muy compleja, pues las personas emigrantes han empleado varias identidades, todas falsas, para evadir a quienes les pueden detectar y deportar por hallarse en condiciones de ilegalidad; y en este momento, cuando comienzan los trámites para arreglar su estado legal en el país, entonces cometen un grave delito, cuando se constata que sus documentos no concuerdan con su identidad real.
Otro factor que agrava la situación es el hecho de que los requerimientos para adquirir la U.S. citizenship se han incrementado y tornado más complejos. Así ha sucedido, por ejemplo, con la solicitud por matrimonio. Actualmente, la persona necesita haber estado casada por lo menos durante tres años previos, para tener derecho a reclamar la ciudadanía de su cónyuge. De igual modo, cuando se ha comenzado el proceso las autoridades constatan que los cónyuges no se divorcien mientras dura el procedimiento, porque si la pareja se divorcia, el trámite pierde efecto.