El mundo puede contemplar admirado una de las muestras más emotivas de solidaridad que deja por estos días el pueblo español, y en especial, los vecinos de Valencia: Las largas marchas de voluntarios que escoba en mano van a ayudar a los suyos.
Una oleada solidaria emerge desde Valencia. Miles de valencianos cargados de cubos, escobas y alimentos recorren varios kilómetros para apoyar a quienes han perdido sus hogares y bienes tras la devastadora DANA de los últimos días de octubre.
Las autoridades locales apenas han decretado un nivel 2 de emergencia, y aún no solicitan formalmente la intervención total del gobierno central. Un requisito indispensable dado el sitema de gobierno autonómico establecido en España.
Sin embargo, el gobierno de Pedro Sánchez asegura que todos los recursos están disponibles y listos para ser desplegados si la Comunidad Valenciana así lo solicita. «No hay que priorizar a unos sobre otros, porque existen los recursos para enfrentar toda la crisis», solo se necesita que el gobierno autonómico así lo requiera, explicó Sánchez.
De lo contrario, si el gobierno central asume el control de la situación sin la solicitud formal de las autoridades valencianas equivaldría a la implementación del artículo 155 de la constitución española que refiere el proceso mediante el cual el Gobierno Central obliga a una comunidad autónoma a «acatar una orden que no quiere aplicar».
Largas Filas de voluntarios se dirigen a las zonas afectadas
Desde ayer, las carreteras y puentes que conectan Valencia con municipios como Paiporta y Picanya se llenan de voluntarios que caminan a pie para llevar ayuda a los vecinos afectados. La imagen de una fila interminable de personas con palas, escobas y botellas de agua define el espíritu solidario de una comunidad que, ante la falta de respuesta de las autoridades autonómicas, decide actuar por cuenta propia.
Residentes de Picanya, como Raquel Benavente, expresan su frustración por la falta de ayuda oficial en sus barrios y agradecen el apoyo de los voluntarios. Benavente destaca la importancia de estos «héroes» que, sin descansar, se dedican a limpiar las calles y ayudar a los vecinos que han perdido casi todo.
A pesar del esfuerzo colectivo, las necesidades siguen siendo altas. Ayuntamientos como los de Chiva y Catarroja solicitan a sus habitantes que cuenten con maquinaria agrícola, retroexcavadoras, palas y bombas flotantes que se sumen a las labores de limpieza. Algunas organizaciones, como La Unió Llauradora, han movilizado tractores y otros vehículos para ayudar en los municipios afectados.
Una comunidad entregada a ayudar a sus vecinos
A pesar de los llamados de las autoridades para evitar la congestión en las áreas afectadas, miles de personas continúan dirigiéndose a las zonas más golpeadas por las inundaciones. Jóvenes, adultos y hasta niños participan en esta misión, mostrando que la solidaridad valenciana sigue vigente y, sobre todo, fuerte frente a las adversidades.