El gigante minorista no logra que sus proveedores chinos absorban los nuevos impuestos y los consumidores pagarán la diferencia.
Walmart, el mayor minorista de Estados Unidos, enfrenta una difícil encrucijada: subir los precios o perder rentabilidad. La razón está clara. China ha rechazado absorber el impacto de los nuevos aranceles del 20% impuestos por el presidente Donald Trump a todos los productos importados desde ese país.
El conflicto deja a Walmart, que depende de proveedores chinos para parte clave de su inventario, atrapado en el medio de una guerra comercial que ya empieza a golpear a los consumidores estadounidenses.
China responde con firmeza
La reacción del Gobierno chino fue inmediata. Las autoridades convocaron a ejecutivos de Walmart en el país tras conocerse que la empresa pidió a sus proveedores descuentos del 10% para compensar los aranceles. El Ministerio de Comercio chino confirmó que se han comunicado con Walmart para pedir explicaciones.
Walmart, por su parte, respondió que su objetivo es ayudar a los clientes a ahorrar, pero evitó confirmar si seguirá presionando a sus proveedores en China.
Expertos afirman que el mensaje de Pekín es claro: “No vamos a pagar por este arancel. Lo pagarán los consumidores estadounidenses”. Así lo explicó Thomas Hoenig, del Mercatus Center de la Universidad George Mason.
El dilema de Walmart y el riesgo para el bolsillo
La compañía puede optar por subir precios, lo que afectaría su imagen y sus ventas, o mantenerlos y asumir pérdidas, algo difícil en el contexto actual. Incluso una empresa tan poderosa como Walmart no escapa a los efectos de esta confrontación económica.
Walmart importa alrededor del 20% de sus productos desde China, entre ellos ropa, artículos de cocina y electrónicos. Aunque cuenta con proveedores en más de 70 países, sustituir a China no es fácil ni inmediato.
Y no solo está en juego su negocio en Estados Unidos. Walmart tiene una fuerte presencia comercial en China, con ventas por 17.000 millones de dólares el año pasado. Si la presión del gobierno chino aumenta, podrían verse afectadas también sus operaciones dentro del país asiático.
Aranceles en medio de un consumo debilitado
Los nuevos impuestos llegan en un momento de desaceleración del consumo. En febrero, las ventas minoristas subieron apenas un 0,2%. Muchos hogares están recortando gastos y evitando compras grandes.
Un aumento de precios en Walmart, donde millones de personas compran artículos básicos, podría agravar esa tendencia. Y si Walmart se ve obligado a subir precios, el impacto podría replicarse en otros comercios más pequeños, que tienen menos margen para negociar.
China endurece su postura con empresas estadounidenses
El caso de Walmart no es aislado. En las últimas semanas, China ha impuesto nuevos aranceles a productos agrícolas estadounidenses y ha lanzado medidas contra empresas como Google, Calvin Klein y Tommy Hilfiger.
Expertos advierten que el escenario comercial podría endurecerse aún más si continúa el cruce de represalias. La tensión entre ambas potencias económicas ya se traduce en costos más altos para los consumidores, incertidumbre para los negocios y presiones sobre el sistema de precios en Estados Unidos.
Seguir leyendo en Directorio Noticias
Sigue nuestros canales de WhatsApp, Telegram y Facebook.