Estados Unidos moviliza embarcaciones de la Guardia Costera en el estrecho de la Florida y frontera marítima con Cuba

“De conformidad con las órdenes ejecutivas del presidente, he ordenado a mis comandantes operativos que aumenten de inmediato los activos, buques, aeronaves, barcos y fuerzas especializadas desplegables», explicó el almirante Kevin Lunday, comandante interino de la Guardia Costera

La Guardia Costera de Estados Unidos anunció este martes un aumento significativo en sus operaciones en la frontera marítima con Cuba y otras áreas estratégicas. Este despliegue busca frenar la migración irregular y combatir actividades como el tráfico de drogas en aguas cercanas al país.

El almirante Kevin Lunday, comandante interino de la Guardia Costera, informó que la medida se implementa en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa.

Se desplegarán buques, aeronaves y unidades de élite adicionales en puntos críticos como el estrecho de Florida, donde se teme una posible ola de migración desde Cuba y Haití.

«La frontera sureste de Estados Unidos se acerca a Florida para disuadir y prevenir una migración marítima masiva desde Haití y/o Cuba», señala el comunicado.

Refuerzo en múltiples fronteras marítimas

Además de las aguas cercanas a Cuba, las operaciones incluyen otras áreas sensibles:

  • La frontera suroeste con México en el Pacífico.
  • Las aguas entre las Bahamas y Florida.
  • Regiones cercanas a territorios de EE.UU. como Puerto Rico, Samoa Americana y las Islas Marianas del Norte.

Lunday explicó que estas acciones buscan detectar, disuadir e interceptar actividades ilícitas antes de que alcancen el territorio estadounidense, fortaleciendo la seguridad marítima en un contexto de políticas migratorias más estrictas.

Impacto en las comunidades migrantes

El aumento de las operaciones coincide con medidas migratorias recientes que eliminan programas como el parole humanitario, afectando a miles de migrantes cubanos, haitianos, venezolanos y nicaragüenses. Ahora, cada caso será evaluado individualmente, lo que complica el acceso legal al país y aumenta la presión sobre quienes buscan ingresar a Estados Unidos.

La decisión de intensificar la presencia marítima también refleja un enfoque más riguroso en el control fronterizo, generando tanto respaldo como críticas. Mientras algunos sectores celebran el fortalecimiento de la seguridad, organizaciones humanitarias advierten sobre las posibles consecuencias para las comunidades migrantes en la región.

Estas acciones subrayan un cambio en la estrategia de la política migratoria estadounidense, marcando el inicio de una nueva fase de controles más estrictos en sus fronteras marítimas y terrestres.

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