Un simple mensaje del presidente bastó para que algunos hicieran fortunas. El Congreso ahora investiga si todo fue una maniobra para beneficiar a su círculo más cercano.
En medio del pánico bursátil de esta semana, Donald Trump escribió en su red social: “¡¡¡Este es un gran momento para comprar!!!”. Pocas horas después, suspendió de manera inesperada los aranceles que habían causado el desplome.
El resultado fue inmediato: las bolsas rebotaron con fuerza y algunos inversores ganaron millones en cuestión de horas. Ahora, la pregunta se impone: ¿Trump está jugando con la economía para beneficiar a unos pocos?
El día en que Wall Street se disparó tras un tuit
Las bolsas estadounidenses acumulaban pérdidas superiores al 10 % en solo una semana. La tensión era evidente. Pero ese martes, Trump publicó su mensaje optimista justo cuando el mercado abría en rojo. Poco después, anunció una tregua arancelaria de 90 días para casi todos los países, salvo China.
El Nasdaq se disparó más del 12 %, el Dow Jones vivió su mejor jornada desde 2020, y algunas acciones duplicaron su valor en una sola sesión. ¿Coincidencia? ¿O información privilegiada al servicio de unos pocos?
Sospechas de manipulación desde el poder
El Congreso no tardó en reaccionar. El congresista Mike Levin fue directo: “Esto no es normal. Parece un caso de manipulación orquestado desde la Casa Blanca”.
Legisladores demócratas y algunos republicanos exigen saber quién compró acciones justo antes del anuncio. Piden a todos los miembros del Congreso revelar sus transacciones recientes. El Comité de Ética ya ha abierto una investigación preliminar.
Ganancias que despiertan muchas preguntas
Según analistas financieros, quienes siguieron el consejo del presidente y compraron en ese momento pudieron duplicar sus inversiones en cuestión de horas. Algunas carteras personales vinculadas a figuras del entorno de Trump registraron movimientos sospechosos justo antes del anuncio.
“El patrón es claro. Alguien sabía lo que venía”, señaló un asesor del Senado que prefirió mantenerse en el anonimato.
La Casa Blanca intenta desviar la atención
El portavoz presidencial Kush Desai rechazó cualquier acusación. “El presidente solo quería calmar a los mercados y proteger a los ciudadanos”, dijo. Pero las dudas persisten, especialmente por la reciente designación de Paul Atkins —viejo aliado de Trump— como presidente de la SEC, el organismo que debería investigar posibles delitos financieros.
Incluso Richard Painter, exjefe de ética de la administración Bush, lo dijo sin rodeos: “Trump está cruzando una línea peligrosa. Esto no es transparencia, es manipulación”.
¿Una estrategia electoral encubierta?
Algunos expertos creen que Trump busca reforzar su imagen de “salvador de la economía” justo en pleno año electoral. Con los mercados temblando, cualquier gesto que los haga subir le permite presentarse como el único capaz de proteger la estabilidad financiera del país.
Pero esta jugada, aunque efectiva a corto plazo, podría convertirse en un escándalo si se confirma que hubo beneficiarios directos en su entorno.
Todo sigue igual… y el tuit sigue visible
Mientras se pide una investigación formal, el mensaje que agitó la economía mundial sigue ahí, sin filtros, en su perfil personal. Para algunos, una muestra de liderazgo. Para otros, una advertencia de lo que ocurre cuando se confunde el poder presidencial con un canal de especulación.
En Washington ya no se discute si fue legal. Se discute si fue ético. Y cuántas veces más podría repetirse el mismo patrón.
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