El presidente Donald Trump ha promulgado la Ley Laken Riley, la primera de su segundo mandato, estableciendo que cualquier inmigrante indocumentado acusado de robo, crímenes violentos u otros delitos podrá ser deportado sin necesidad de un juicio o una condena formal.
Deportación sin proceso judicial
Hasta ahora, la deportación de inmigrantes requería una orden judicial o un proceso administrativo. Sin embargo, con esta nueva legislación, basta con una acusación formal para que ICE pueda detener y expulsar a una persona sin documentos. La medida ha sido respaldada por republicanos y algunos demócratas moderados en el Congreso.
El nombre de la ley rinde homenaje a Laken Riley, una estudiante asesinada en un caso donde estuvo implicado un inmigrante indocumentado, lo que reavivó el debate sobre las políticas migratorias.
Reacciones y críticas a la nueva ley
Los republicanos han celebrado la firma de la ley como un avance en la seguridad pública, argumentando que evitará que personas sin estatus legal permanezcan en el país tras ser señaladas por delitos.
Por otro lado, organizaciones de derechos humanos y legisladores progresistas han advertido sobre el impacto de la medida, ya que podría llevar a la expulsión de personas sin pruebas concluyentes en su contra, violando principios de debido proceso y presunción de inocencia.
Endurecimiento de la política migratoria
Esta ley marca un giro drástico en la política migratoria de Estados Unidos, eliminando protecciones legales previas para los inmigrantes en situación irregular. Se espera que en las próximas semanas la administración implemente nuevas medidas para agilizar los procesos de detención y deportación.
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ES UN ABUSADOR EMBULLA A LOS CUBANOS Y LUEGO LOS BOTA DONDE ESTAN LOS DERECHOS HUMANOS