El guapĂsimo actor español Mario Casas, protagonista de numerosas pelĂculas que a cualquiera hace llorar, como “Tres metros sobre el cielo” o “Palmeras en la nieve” tambiĂ©n tiene lo suyo para hacerlo lloriquear cuando se sienta ante la tele para ver un filme. Casas, que por esta Ă©poca anda descorazonado tras su ruptura con Blanca Suárez, dijo en la tele española que la pelĂcula El oso, un filme francoestadounidense del aclamado director francĂ©s Jean-Jacques Annaud de 1988, es el que lo hace llorar.
La pelĂcula está basada en la novela The Grizzly King del escritor conservacionista James Oliver Curwood. La pelĂcula nos lleva al Canadá del siglo XIX. El personaje principal es una pequeña osezna huĂ©rfana que ha perdido a su madre en una avalancha de rocas que le aplastĂł la cabeza mientras buscaba miel para alimentarse. La osezna, en su triste soledad, encuentra a un oso más grande que termina haciĂ©ndose su amigo despuĂ©s de haberle ayudado varias veces, y se hace su padre adoptivo.
Ambos tendrán que huir de dos cazadores que intentan matarlos por deporte. Al final los cazadores desisten de su objetivo y toman conciencia del derecho que tienen los animales a la vida. Tiempo después, el oso grande defiende a la osezna de un letal depredador, y termina quedándose con la custodia de la pequeña, y hace que tenga una vida feliz, y la libra de la tristeza y de la soledad. Pero ella termina sola y aprende a sobrevivir por cuenta propia.
Pues esta historia es la que la hace llorar, y segĂşn Ă©l, no sabe por quĂ©. Y eso que está de capa caĂda el famoso actor, tras la ruptura con Blanca Suárez, su coprotagonista de la serie El Barco. La ruptura entre Mario Casas y Blanca Suárez fue una sorpresa para todos, sobre todo cuando los fanáticos pensaban que serĂa la pareja ideal, tras la quĂmica entre ellos. Nadie esperaba que la pareja, que ya estuvo unida sentimentalmente en el pasado cuando se conocieron en el rodaje de dicha serie fuese a terminar su relaciĂłn de un tajo. Pero la vida sigue para ambos y sus proyectos profesionales les mantienen activos y cerca.