La deuda de Cuba con España ha alcanzado los 2.000 millones de euros, una cifra que se remonta a préstamos otorgados en las décadas de 1980 y 1990 a través del antiguo Fondo de Ayuda al Desarrollo. A pesar de varios intentos de renegociación, la falta de pagos por parte del régimen cubano mantiene este tema en un punto crítico.
Israel Arroyo, secrétaire d'État à l'Économie et au Soutien aux Entreprises d'Espagne, a reconnu devant le Congrès des Députés que la situation est complexe. « C'est un problème difficile à résoudre tant que Cuba ne peut pas payer, car en ce moment la situation est ce qu'elle est », a déclaré le fonctionnaire. Arroyo a souligné que les conditions économiques de l'Île empêchent de régler cette dette accumulée.
Historia de una deuda que no cesa
En 2015, Cuba a réussi à faire annuler une partie significative de sa dette extérieure par le Club de Paris et à renégocier les modalités de paiement. L'Espagne a été l'un des pays participant à cette restructuration. Cependant, les engagements pris n'ont pas été respectés en raison des difficultés économiques internes.
Par la suite, en 2021, le gouvernement espagnol a signé un avenant à l'accord multilatéral, reprogrammant à nouveau les paiements. Malgré ces efforts, Cuba continue de ne pas honorer ses obligations financières, aggravant les tensions avec ses créanciers.
De acuerdo con cifras oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), la deuda externa total de Cuba asciende a 18.284 millones de dólares, aunque algunos analistas aseguran que esta cifra podría ser mayor. Un reciente litigio en Londres, en el que el Banco Nacional de Cuba perdió un caso por préstamos impagos de 70 millones de euros, ha intensificado la presión internacional sobre el país.
Conséquences économiques et sociales
La incapacidad de Cuba para pagar su deuda externa afecta gravemente a su economía. Esta situación limita el acceso a financiamiento internacional, necesario para importar productos esenciales como alimentos, medicinas y combustibles. En un contexto de alta inflación y bajos salarios, esta restricción agrava la crisis económica y reduce aún más la calidad de vida de los cubanos.
Además, la falta de recursos genera un éxodo masivo de ciudadanos que buscan mejores condiciones de vida en el extranjero. La crisis también deteriora las relaciones de Cuba con la comunidad internacional, dificultando cualquier intento de superar sus problemas financieros.
Posibles soluciones
Para abordar esta situación, Cuba podría intentar renegociar nuevamente los términos de su deuda con los acreedores internacionales. Sin embargo, la falta de confianza en su capacidad de pago complica esta opción. Otra posibilidad sería abrir más la economía a la inversión extranjera, algo que requeriría reformas estructurales profundas que el régimen cubano ha evitado implementar.
Algunos expertos sugieren flexibilizar las políticas monetarias y fiscales para aliviar la presión económica interna. Sin embargo, esta medida podría generar mayores niveles de inflación y desestabilizar aún más la economía.
El futuro de la relación entre Cuba y sus acreedores, incluidos España y otros países, depende de la capacidad del régimen para implementar cambios sustanciales y generar confianza en su gestión económica. Mientras tanto, la deuda sigue siendo un obstáculo significativo para la recuperación del país.
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