Muchas mujeres en Cuba son víctimas de violencia aunque no lo expresen públicamente debido a los prejuicios al respecto, y al desconocimiento de sus derechos y de las instituciones qué las pueden ayudar y orientar para denunciar estos flagelos.Es por esto que el I Foro de Socialización de Oportunidades para Superar Vulnerabilidades realizado a mediados del pasado año por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y coordinado por la Universidad de La Habana intentó encontrar respuestas a por qué se subutilizan los mecanismos para atender violencias, discriminaciones y desigualdades.
Según publicó el sitio Cubasi el foro encontró las siguientes razones por las cuales prefieren callar las mujeres:
• Por subvalorar los impactos de la violencia
• Por mantenerse las víctimas en la llamada línea del perdón, esperando a que la situación cambie para mejor de manera espontánea
• Por la dependencia sentimental, económica y/o filial del victimario
• Por miedo a que aumente la violencia cuando se denuncia
• Por desconfianza en los mecanismos de denuncia y, por tanto, temor al fracaso
• Por desconocer los lugares y procedimientos para la denuncia, así como por no saber gestionar evidencias para dicha denuncia
• Por carecer de lugares de refugio y redes de apoyo
• Por entender la violencia como un asunto privado
• Por no autorreconocerse como víctimas, naturalizando la violencia
Estas son las instancias a las que pueden acudir las féminas en busca de ayuda:
“Estaciones de la PNR; la Línea 103; la FMC; las oficinas de atención a los derechos ciudadanos de la Fiscalía General de la República (fiscalías municipales); la Línea Única de la Fiscalía General de la República para atender violencia, en colaboración con la FMC; las Casas de Orientación a la Mujer y las Familias; los Grupos de Salud Mental; las áreas de atención primaria de Salud; los servicios de atención psicológica de los policlínicos; los Grupos Municipales de Prevención Social; así como los sindicatos en los centros laborales, y también en estos, los Órganos de Justicia Laboral, cuando la violencia —en este caso, de género— ocurre en el trabajo.” Así lo afirma el medio cubano.
Solo una parte de las mujeres necesitadas de ayuda acude a estas instancias por lo cual la vice primera ministra cubana Inés María Chamán instó a atender y prevenir este flagelo contra la mujer en un taller efectuado este mes para implementar la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar, con alcance hasta el 2030.
En el 2019 el Informe cubano de cumplimiento de la Agenda 2032 para el Desarrollo Sostenible reportaba una tasa de feminicidios de 0.99 por cada 100 000 mujeres de 15 años o más durante el año 2016. Desde entonces no existen datos públicos al respecto.