El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado que su mandato estará marcado por políticas migratorias estrictas. Entre sus promesas destaca llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia del país y reforzar las fronteras. Sin embargo, en medio de estas propuestas, ha surgido una promesa que contradice en parte su tradicional postura restrictiva: otorgar la green card automáticamente a ciertos migrantes que cumplan con un requisito específico.
Este compromiso, realizado antes de su victoria electoral en una entrevista en junio de 2024, ha llamado la atención por el aparente contraste con su habitual discurso antiinmigratorio.
Trump, quien regresa a la Casa Blanca en enero de 2025, asegura que esta medida busca atraer y retener talento excepcional en Estados Unidos, convirtiéndose en una de las propuestas más inesperadas de su agenda.
La promesa detrás de la residencia permanente
Durante el podcast All In, Trump explicó que su administración facilitará la residencia permanente a un grupo particular de migrantes. Aunque no dio muchos detalles en ese momento, dejó claro que esta política se centraría en reforzar la competitividad del país y aprovechar el talento que ya se encuentra dentro de sus fronteras.
Trump señaló que, si bien sus políticas se enfocarán en combatir la inmigración irregular, también considera fundamental fomentar la permanencia de personas altamente calificadas que puedan contribuir al desarrollo económico. “Si cumples con este requisito, deberías recibir automáticamente una green card”, afirmó.
¿Quiénes serán los beneficiarios?
El mandatario electo aclaró que la medida está dirigida a migrantes que completen sus estudios en universidades estadounidenses.
Según Trump, cualquier persona que obtenga un título en un college o universidad del país, incluyendo programas de dos o cuatro años, o incluso doctorados, debería recibir automáticamente la tarjeta de residencia permanente al graduarse. “Si te gradúas, deberías poder quedarte en este país como parte de tu diploma”, aseguró.
Esta promesa, que incluye también a quienes cursen estudios en universidades comunitarias, pretende evitar que profesionales extranjeros capacitados en Estados Unidos lleven sus habilidades a otros países como India o China, donde suelen fundar empresas por la falta de oportunidades para quedarse en territorio estadounidense.
Un cambio de enfoque en su política migratoria
Aunque esta propuesta representa un cambio significativo en el enfoque de Trump hacia la inmigración, contrasta con las políticas implementadas durante su primer mandato.
Entre ellas, se encuentran restricciones a los programas de visas laborales, limitaciones al reasentamiento de refugiados y su estrategia de “Buy American, Hire American”, que priorizó la contratación de ciudadanos estadounidenses.
Sin embargo, Trump justificó su nueva posición al señalar que Estados Unidos necesita mantener a los profesionales más brillantes que se gradúan en sus universidades.
“Formamos a gente brillante, personas que son número uno en sus clases en las mejores universidades. Debemos ser capaces de reclutar y mantener a estas personas aquí”, destacó.
Impacto y retos para la implementación
Aunque la propuesta ha generado expectativas entre la comunidad migrante, también enfrenta interrogantes.
Trump no especificó si la medida incluiría a migrantes en situación irregular o si estaría limitada únicamente a aquellos con visas de estudiante válidas. Tampoco detalló cómo esta política se integrará con sus planes de deportación masiva y otras medidas restrictivas.
Expertos en política migratoria consideran que esta iniciativa podría beneficiar a la economía estadounidense al retener talento altamente calificado. Sin embargo, advierten que su implementación requerirá el respaldo del Congreso y podría encontrar resistencia entre sectores más conservadores.
El legado incierto de una promesa
Con su regreso a la Casa Blanca, Trump busca consolidar un legado de políticas migratorias firmes, aunque con matices que rompen parcialmente con su postura tradicional.
La propuesta de otorgar la green card automáticamente a ciertos graduados extranjeros podría ser un paso hacia un enfoque más balanceado, pero también plantea desafíos políticos y administrativos.
A medida que se acerca su toma de posesión, la comunidad migrante y la sociedad en general esperan con expectativa cómo se materializará esta promesa en el contexto de una administración que también promete aplicar mano dura contra la inmigración.
¿Será esta medida una oportunidad para retener talento o quedará como una estrategia más dentro del discurso electoral? El tiempo lo dirá.
