Las tasas de interés para hipotecas han disminuido en las últimas semanas en Estados Unidos, lo que en teoría facilitaría la compra de viviendas. Sin embargo, para muchas familias de emigrantes, en realidad todavía no es tan fácil: los altos precios de las casas y los nuevos aranceles de la administración Trump podrían frenar aún más el acceso a la vivienda.
¿Son ahora más accesibles las hipotecas?
La tasa promedio para un préstamo hipotecario a 30 años cayó al 6,76 % la semana pasada, su nivel más bajo desde diciembre. Esta reducción ha provocado un aumento en las solicitudes de hipotecas y refinanciamientos, según la Asociación de Banqueros Hipotecarios.
Sin embargo, a pesar de la baja en los intereses, la falta de viviendas asequibles y los estrictos requisitos crediticios siguen siendo un obstáculo para muchos compradores latinos.
El problema es especialmente grave en ciudades con alta población hispana, como Los Ángeles, Miami y Nueva York, donde los precios de las propiedades siguen fuera del alcance de muchas familias trabajadoras.
Impacto de los aranceles de Trump en el mercado inmobiliario
La incertidumbre sobre la economía es otro factor que mantiene a los latinos alejados del sueño de la casa propia. Los aranceles impuestos por Trump a las importaciones han elevado los costos de vida y han generado preocupación en el mercado laboral.
«El precio de los materiales de construcción también se verá afectado por los aranceles, lo que podría hacer que las viviendas nuevas sean aún más caras», advirtió Daryl Fairweather, economista de Redfin.
Además, los aranceles podrían aumentar la inflación, lo que a su vez haría subir las tasas hipotecarias.
«El mercado está en una situación volátil. Si la inflación sigue alta, los intereses podrían volver a subir, afectando aún más a quienes buscan comprar casa», explicó Joel Berner, economista de Realtor.com.
¿Qué opciones tienen los latinos para comprar casa?
Para muchas familias hispanas, el acceso a la vivienda sigue dependiendo de programas de asistencia financiera, como los préstamos de la FHA, que permiten comprar con menos pago inicial. Sin embargo, estos préstamos tienen costos adicionales y cada vez más bancos están endureciendo sus requisitos.
Otro desafío es la falta de historial crediticio en algunos casos, lo que impide a muchos latinos calificar para un préstamo hipotecario. «Sin un puntaje de crédito sólido, los bancos rechazan muchas solicitudes, aunque la persona tenga ingresos estables», señaló Berner.
A pesar de la ligera baja en las tasas de interés, la combinación de altos precios, incertidumbre económica y barreras crediticias mantiene a miles de familias latinas fuera del mercado de la vivienda.
Mientras la economía sigue en una situación incierta, la esperanza de comprar una casa en Estados Unidos sigue siendo un reto para muchos.