El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dará un crédito a Cuba de 46 millones de dólares. El dinero será destinado a la producción de medicamentos y equipos médicos.
En medio de una crisis sostenida de la industria farmacéutica para adquirir materias primas por falta de fondos, el crédito busca suplir algunas carencias. El financiamiento forma parte de un acuerdo entre el PNUD y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con Cuba.
El crédito estará destinado a la producción de antibióticos inyectables, sueros, medicamentos genéricos y biosimilares, equipos médicos y diagnosticadores. El énfasis está puesto en aquellos destinados a enfrentar la covid-19 y otras enfermedades transmisibles. En ese sentido, se informó que parte del dinero se dedicará a la compra de insumos de salud y material de protección para evitar el contagio.
En su página web el PNUD precisó que fortalecer la industria farmacéutica cubana y producir 200 millones de dosis de vacunas contribuirá al desarrollo de medicamentos innovadores y a modernizar la tecnología. Los beneficios serán no solo para el sistema nacional de salud de la Isla, sino para otros países del Caribe y América Latina.
Crédito para medicamentos en Cuba
BioCubaFarma es la empresa estatal cubana encargada de producir el 60 por ciento de los medicamentos y vacunas que demanda el país. Será dicha entidad precisamente la encargada de ejecutar el crédito del PNUD, junto a los Ministerios del Comercio Exterior y de Finanzas y Precios, y el Banco Central.
No es la primera vez que el PNUD apoya a Cuba. A lo largo de décadas ha entregado donativos y créditos con el fin de incrementar la producción de alimentos. También ha donado insumos médicos, especialmente durante la pandemia.
Una de las principales preocupaciones de los cubanos es la carencia de medicamentos. Largas colas se forman en las farmacias cuando venden alguno deficitario. Mientras, ha prosperado un mercado negro a partir de las compras que realizan cientos de cubanos en el extranjero.
A través de Internet y las redes sociales se compran y venden desde calmantes hasta antibióticos de última generación, así como material médico desechable.