El globo chino que sobrevolaba el espacio aéreo de Estados Unidos desde hace varias jornadas fue derribado por fuerzas del Pentágono. Ante tal decisión, Beijing mostró públicamente su descontento sobre el hecho.
Justo cuando el reloj marcaba las 2:39 de la tarde del sábado un misil aire-aire guiado AIM-9X Sidewinder, disparado desde un avión F-22, desinfló el globo. El suceso se produjo mientras volaba sobre aguas territoriales de Estados Unidos por lo que los escombros no representaron un peligro para la vida humana.
El propio presidente del país, Joe Biden, apenas conoció de la existencia del globo chino sobre su cielo, dio la orden de derribarlo el pasado miércoles. No obstante, altos jefes del Pentágono no dieron luz verde a “pincharlo” porque sobrevolaba áreas pobladas y el efecto pondría en peligro a miles de personas.
Justo cuando salió al mar se ejecutó la orden presidencial por parte de aviones de combate de la Base de la Fuerza Aérea de Langley, en Virginia. Tanto los soldados de la Marina, como de la Guardia Costera estaban a la espera de que fuera necesario cualquier posible esfuerzo de recuperación.
Beijing inconforme por derribo de su globo
Desde la capital de China, Beijing, altos funcionarios del gobierno mostraron públicamente su descontento sobre el derribo de su globo. A propósito, reconocieron que se trataba de una aeronave civil no tripulada y consideraron desproporcionada la decisión de Washington de “tumbar” el globo.
El Ministerio de Exteriores de China comunicó oficialmente que su país se reserva el derecho a ofrecer más respuestas sobre el tema. Asimismo, tildaron al Pentágono de incurrir en una grave violación de las prácticas internacionales.
Del otro lado del mundo, en Estados Unidos, el secretario de Defensa Lloyd Austin declaró que el globo se empleaba para vigilar sitios estratégicos de su país. Este nuevo obstáculo entre Beijing y Washington ha aumentado las tensiones entre ambas partes. De hecho, el secretario de Estado, Antony Blinken, canceló su próximo viaje a la capital china que tenía como objetivo contener los crecientes roces mutuos.