Villa Clara hoy padece una de las crisis más grandes de su historia relacionadas con el abasto de agua a la población. En estos momentos hay varios equipos de bombeo con graves roturas que imposibilita llevar el preciado líquido a todos los consumidores de la central provincia cubana.
La cifra exacta de afectados asciende a 98 mil 257 quienes reciben el agua a través de carros cisterna, como alternativa al abasto convencional. Claro, este servicio temporal no es tampoco lo acertado que se desea porque su frecuencia depende de la disponibilidad de combustible para ejecutarlo.
Los municipios más afectados son Camajuaní, Santa Clara, Ranchuelo y Manicaragua, según refleja el semanario local Vanguardia. La capital de la provincia es la que más está sufriendo los efectos adversos de esta crisis en el abasto de agua. Alrededor de 86 mil 650 personas hoy no reciben el servicio en Santa Clara. Expertos dieron a conocer que el sistema con mayores complicaciones es Minerva-Ochoíta.
Se repiten las dificultades en Villa Clara
Prácticamente, esta situación es la de nunca acabar en Villa Clara. Cada año son más los problemas con el abasto de agua a sus consumidores. Roturas en las bombas, obsoletas por completo, averías en las conductoras, entre otros factores recurrentes hacen del Acueducto un verdadero crucigrama.
El pasado 7 de enero colapsaron dos de las tres maquinarias de la planta potabilizadora del sistema Ochoíta. A partir de entonces, la estación Minerva detuvo el bombeo automáticamente y quedaron solo dos equipos funcionando.
El principal responsable de esta área en Villa Clara, Vladimir Santaya Santana, comentó que la solución inmediata es reparar los equipos existentes con recursos propios. Empresas locales como Planta Mecánica y Maquimotor Centro, entre otras, acometerán las labores.
El ejecutivo pronostica que durante los próximos días se restablecerá el servicio paulatinamente. Aclara, además, que la solución definitiva a este rompecabezas del acueducto en Villa Clara es sustituir los equipos de bombeo y potabilización.