La crisis del transporte que vive Cuba hoy cada día es más profunda. Falta de combustible, escasez de piezas de repuesto y problemas con los mantenimientos son solo algunas de las causas de la situación actual en la Isla. Lo cierto es que cada día resulta más difícil trasladarse de un lugar a otro, incluso dentro de una misma ciudad.
Ante la falta de ómnibus urbanos y medios alternativos privados, por los mismos motivos citados anteriormente, Cuba retoma el uso de los autos estatales. Es una “iniciativa” que se ha puesto en práctica muchas veces, de hecho, nunca se ha desactivado.
Desde las altas esferas del gobierno cubano se indicó organizar el uso de los vehículos estatales en función de apoyar la transportación de pasajeros. Desde hoy mismo los jefes de organismos estatales a todos los niveles deberán garantizar el cumplimiento de la disposición.
Quien no cumpla…
¡Ojo! Se considerará una indisciplina grave si alguna empresa o entidad no cumple lo indicado por el Ministerio del Transporte en la Isla. La medida, como mencionamos, no es nueva en las calles de Cuba. Los autos estatales deben detenerse en las paradas de ómnibus, por ejemplo, y completar la capacidad de su carro.
Un inspector de transporte será el encargado de ayudar a que este tipo de disposición fluya de la forma más ágil posible. La figura de esa persona será fundamental para que el proceso tenga el éxito pronosticado.
Al interior de las provincias la situación es aún más crítica. Por ejemplo, en Ciego de Ávila más del 60% de los ómnibus de pasajeros está fuera de servicio, según CiberCuba. Sin embargo, otro caos similar se vive en Guanabo, en su terminal solo funciona el 35% de sus guaguas.
Desde hace poco se habilitó el alquiler de bicicletas en La Habana, sin embargo, los precios del servicio son inalcanzables para la mayoría. Los $500.00 CUP diarios no son sostenibles con los actuales salarios y la creciente inflación en la Isla.
