En La Habana murió una mujer al derrumbarse el techo de un comedor comunitario. La fallecida trabajaba en lo que en Cuba se conoce como SAF, o sea, Sistema de Atención a la Familia. El lamentable suceso tuvo lugar en la tarde este martes en la esquina de Monserrate y Lamparilla, en el municipio Habana Vieja.
Algunos trabajadores del local afirmaron que habían alertado acerca de las filtraciones del techo, sin que se hallara una solución. La mujer estaba limpiando cuando trozos del techo cayeron sobre ella, dejándola sin vida. Su cuerpo quedó bajo los escombros y fue sacado por los bomberos que llegaron al sitio.
El SAF se había trasladado hacía poco para ese local. El que tenía anteriormente fue destinado a albergue para familias que perdieron sus casas precisamente debido a los frecuentes derrumbes en la parte más antigua de la capital cubana.
Otra trabajadora del comedor refirió que en general las edificaciones de la cuadra están muy deterioradas, incluso se estremecen cuando pasan camiones por la calle. Añadió que la tragedia podría haber sido mucho, pues horas antes, en el horario del almuerzo, decenas de personas acuden a buscar o consumir allí mismo los alimentos.
El Sistema de Atención a la Familia suministra almuerzo y comida a más de 70 000 cubanos diariamente. En el horario del mediodía, ancianos, personas con discapacidad y los conocidos como casos sociales, acuden a estos comedores en todo. En ese momento reciben una ración de almuerzo, y también otra para su comida.
Según datos ofrecidos por el gobierno cubano, existen 445 comedores de este tipo a los largo del país. Si bien resulta encomiable la voluntad de alimentar a aquellas personas que no poseen los recursos suficientes, o familiares que los atiendan y cubran sus necesidades, estos comedores han sido objeto de numerosas críticas. La poca variedad del menú, y sobre todo la mala calidad del producto final, son las principales quejas.
Todos moriremos aplastados por la desgracia del comunismo.