De a poco China ha ido avanzando en la industria de los automóviles eléctricos y hoy está a punto de convertirse en un real competidor para las compañías europeas y estadounidenses mejor posicionadas en ese mercado, según advierte un artículo de la revista estadounidense especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, Forbes.
Según indica ese material periodístico la nación asiática ha conseguido afinar el tiro y extremar sus habilidades de diseño automotriz, al punto de ofrecer innovadoras soluciones eléctricas de gran competitividad.
Hoy las empresas chinas consiguen especificaciones cercanas a las de las marcas europeas bien posicionadas, y lo que es peor para estas últimas: a un precio mucho más bajo.
“Hace unos años, los coches producidos por China eran objeto de burla. Se percibía fácilmente que se trataba de copias burdas de modelos populares de Occidente, por ejemplo, el Land Wind X7 era la viva imagen de un Range Rover Evoque, mientras que el CH Auto Lithia Sports tenía un extraño parecido con el Audi R8, o el Dongfeng EQ2050, se confundía fácilmente con un Humvee militar estadounidense”, indica Forbes.
Sin embargo, advierte que hoy el gigante asiático ha logrado pulir sus producciones y poner en venta automóviles eléctricos de indudable calidad.
“Los tiempos han cambiado, y como con la mayoría de las otras áreas tecnológicas, China se ha puesto al día con las habilidades de diseño automotriz de Occidente e incluso ha superado, con un área de particular interés: los vehículos eléctricos”, sentencia la afamada revista norteamericana.
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA) en el 2019, ya China tenía 2,58 millones de vehículos eléctricos con batería BEV, cifra muy superior a los 0,97 millones de Europa y los 0,88 millones de los EE. UU. De la misma manera el país asiático tiene el 82% de las instalaciones globales de carga rápida, supera a Norteamérica y Europa en el número de cargadores para el hogar, y posee más cargadores públicos que todo el resto del mundo junto.
La publicación indica que hoy algunos modelos son grandes competidores en la industria, como el Xpeng P7 que es considerado un fuerte rival para el Tesla Model 3. Este vehículo logra acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en solo 4,3 segundos, y el sedán de lujo BYD Han, cuya opción de alto rendimiento le garantiza alcanzar los 100 kilómetros por hora en solo 3,9 segundos.
Por su parte el fabricante BYD Autos ya logra vender coches eléctricos en los EE.UU., entre ellos el E6, un monovolumen de cinco puestos que se emplea para el transporte de pasajeros, así como un modelo de camión de basura que presta servicio en el estado de California.
Lo más interesantes son los precios
El amplio espectro de precios que hoy caracteriza el mercado chino de autos eléctricos comprende algunas joyas como el hipercoche EP9 de 3,1 millones de dólares del cual solo se han fabricado seis ejemplares, hasta lo que pudiera considerarse verdaderas gangas, como el EX5, de alrededor de 20 000.00 dólares.
En el caso de este último destaca el hecho de estar equipado con un motor de 160 kilovatios, potencia similar a la de los modelos superiores de compañías como Nissan Leaf, que vende sus coches casi al doble (uno 39 0000.00 dólares).
Y es por aquí donde los expertos advierten que podría verse amenazado el mercado occidental, en la línea de coches más asequibles, sobre todo si se tiene en cuenta que hoy en el Reino Unido, por ejemplo, el coche eléctrico de precio más bajo es el MG ZS EV que, aunque es un vehículo fabricado por la compañía china SAIC, se vende a un precio de 32 000.00 dólares.
Por si fuera poco, la realidad actual, también China saca otras ventajas: Se trata del mayor productor mundial de litio, elemento principal de las baterías, así como de otros elementos claves para su funcionamiento, ya que controla la inmensa mayoría de del Cobalto químico del mundo y la totalidad del grafito esférico.
«Si fuera un mercado libre puro basado en la relación calidad-precio, los autos eléctricos chinos ya estarían dando noches de insomnio a los fabricantes europeos y estadounidenses. Pero es probable que la política y el proteccionismo económico los mantengan a raya por un tiempo», explica Forbes, en clara alusión a las tensiones políticas entre China con Washington y Europa, lo cual sirve de contén a una “invasión tecnológica china”.
Como resultado, existen no pocos temores y desconfianzas en la industria de los coches eléctricos. Grandes firmas como VW le apuestan a ese mercado, con ejemplares como el ID.3; sin embargo, el CEO de la Audi sostiene que su empresa continuará con los vehículos de combustión interna por “un largo tiempo».
¿Cuba venderá autos eléctricos algún día?
Aunque parezca una posibilidad distante, las cercanías políticas entre los gobiernos de Cuba y China podrían favorecer la venta de automóviles eléctricos en la mayor de las Antillas en un momento no muy lejano.
Claro está que en estos momentos la isla no dispone, ni por asomo, de la infraestructura necesaria para garantizar la alimentación de esos vehículos. Lo más cercano hasta el momento es la importación de ciclomotores eléctricos.
En ese sentido trascendió hace algunas semanas atrás la compra por parte del gobierno cubano de un primer lote de motocicletas eléctricas a la compañía vietnamita PEGA, primeras unidades que dicha empresa exporta al extranjero.
Doan Linh, director y CEO de PEGA, dio a conocer la firma de un contrato con el gobierno cubano a fin de exportar al país caribeño su más reciente modelo de motocicleta eléctrica, el PEGA-S, lo cual les permitirá exportar sus productos a mercados en el extranjero.
El contrato entre la empresa Pega y el gobierno de la mayor de las Antillas alcanza un monto de aproximadamente 860 mil dólares, según puntualizó el director general de la compañía.
En Cuba no se fabrican automóviles y es competencia exclusiva del estado la comercialización de vehículos, de ahí los extravagantes precios a que son vendidos los autos, desde que se autorizara su comercialización en el año 2014.
Desde inicios de 2020 se incorporó la venta de coches en dólares, pues antes se hacía solamente en Pesos Cubanos Convertibles (CUC), y en marzo pasado, el gobierno autorizó además la importación de automóviles a través de empresas intermediarias como SASA y CIMEX.