¿Cuál será el nuevo rostro del poder en Cuba?

En Cuba se elegirá por primera vez un presidente desde que Fidel Castro, con el triunfo de la revolución que lideró en 1959, asumiera el control del gobierno.

Si bien muchos pudieran rebatir la anterior afirmación, aduciendo que el propio Raúl fue elegido presidente, como sucesor de su hermano mayor, los cubanólogos más avezados comprenderán que en ese caso no se trató de una elección, sino del cumplimiento de un guion establecido desde el mismo día en que los Castro llegaron al poder.

Es justo ahora, en 2018, cuando los cubanos tendrán un nuevo jefe de estado y de gobierno, que, si bien tampoco elegirán con su voto, resultará de la elección de los gerentes de la política en Cuba. Por primera vez los pesos pesados del Partido Comunista de Cuba tendrán la posibilidad de designar a alguien como presidente de la isla.

Si bien, no será hasta el 19 de abril cuando por fin se conozca la designación, todos saben que el sucesor ya tiene nombre y apellidos, solo falta cumplir con el simulacro electoral de siempre para tratar de enmascarar lo dictatorial del hecho.

Sin embargo, el mismo pueblo cubano que no sabe lo que es elegir libre y directamente un presidente desde que en 1948 resultara ganador Carlos Prío Socarrás, setenta años después no oculta sus añoranzas, suposiciones y hasta preocupaciones, pero se sabe atado para decidir algo en torno al destino político del país.

¿A quién pondrán? Es la pregunta que algunos se hacen por estos días, mientras que otros creen saber lo que viene, aunque no descartan ningún tipo de sorpresa que coarte mucho más el disminuido poder que tendrá el próximo mandatario. La pregunta que debieran hacerse los cubanos no es ¿a quién pondrán? sino más bien ¿quién detentará realmente el poder en la isla? ¿Cuál será el nuevo rostro del poder en Cuba?

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Trataremos de dilucidar esa interrogante a continuación, analizando cada una de las cartas que están sobre la mesa.

  1. Raúl Castro. Si bien el actual presidente de los consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, ha reiterado que concluye con sus responsabilidades al frente del país, muchos cubanos insisten en pensar que una maniobra a última hora podría asegurarlo en la presidencia, sin que se originase cambio alguno. No obstante, ello parece bastante improbable, dada la edad del exguerrillero, los problemas de salud que presumiblemente presenta y las supuestas intenciones que este tiene de retirarse a una hacienda en Santiago de Cuba, una vez que abandone el poder, al menos de manera formal. En cualquier caso, pocos dudan que Castro, de 86 años, no se mantenga como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, lo cual resulta extremadamente importante, como veremos a continuación.
  2. Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez. Las mayores posibilidades apuntan a que este exprofesor universitario, y único cubano nacido luego de 1959 que ha ocupado el cargo de primer vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministros, sería designado como el próximo mandatario. Para muchos se trata de un personaje descolorido, sin aptitudes de liderazgo, y cuyo único mérito radica en haber sabido seducir a la dirección histórica con las mismas y gastadas consignas de los primeros años de la revolución. El que haya sido designado como primer vicepresidente en 2013 se debió fundamentalmente al poco tino de los favoritos de primera línea, como Roberto Robaina primero, y Carlos Lage después, que fueron excomulgados a tiempo por Fidel y Raúl respectivamente. Díaz-Canel sabe que su suelo es de arenas movedizas, y si llega a la presidencia, es sobre todo gracias a su capacidad de acatar lo establecido por los jefes históricos, sin salirse del guion, ni brillar con luz propia, teniendo como referentes del fracaso a las figuras ante mencionadas.
  3. Esteban Lazo Hernández. Si por alguna razón figura en nuestro análisis el actual presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, es debido a los rumores que se han generado en la isla recientemente, respecto a lo que podría ser su sorpresiva designación como Jefe de Estado y de Gobierno. En caso de ocurrir tal nombramiento resultaría todavía más descabellada la decisión, que cuando se le eligió como presidente del parlamento cubano, fallo que ganó el disgusto inmediato de la mayoría de los cubanos. Lazo, dirigente de larga data y escasas luces, tiene como único mérito probado su humildad y sentido del deber. No creemos probable su nombramiento, aunque nada nos sorprendería.
  4. Ramiro Valdés Menéndez, uno de los Comandantes de la Revolución, y de los pesos pesados del poder en Cuba, debido a su prestigio, y al hecho de que aún se conserva fuerte de salud, a pesar de sus 85 años. Pudiera ser elegido como presidente, pero los inconvenientes de la edad resultan evidentes en ese propósito.
  5. José Ramón Machado Ventura. Otro tanto sucede con el actual Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba, y quien ya generó gran sorpresa al ser elegido en ese cargo cuando muchos esperaban que una figura joven asumiera esa responsabilidad. Si ya nos sorprendió una vez, podría suceder nuevamente, aunque parece improbable.
  6. Lázaro Expósito Canto. Actualmente es el primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia de Santiago de Cuba, y una figura de amplio respaldo popular, algo raro en un país donde ahora mismo el liderazgo brilla por su ausencia. Según sondeos, Expósito sería el elegido por una buena cantidad de cubanos en caso de que existieran realmente elecciones libres y directas en el país. El Héroe del Trabajo de la República de Cuba, ha demostrado ser un hombre de acción, iniciativas creadoras y transformadoras. Así lo atestiguan los pobladores de las tres provincias cubanas por donde ha transitado como dirigente. Lamentablemente también es conocido que no resulta del agrado del primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel.
  7. Alejandro Castro Espín. El único hijo varón de Raúl Castro es el jefe del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, un organismo al que se subordinan todas direcciones de inteligencia y contrainteligencia del gobierno en la isla. Se encuentra al frente del holding de las Fuerzas Armadas, por lo que tiene en sus manos el control económico del país. Si bien se le ha restado protagonismo como figura pública dentro de la política cubana, algunos entendidos aseguran es posible que sea el sucesor de su padre al frente del gobierno. Lo vemos poco probable, pues desde su posición puede ejercer un control más solapado sin que se le acuse de nepotismo o se vea el “socialismo cubano” como un régimen monárquico, similar al norcoreano.

¿Qué podemos concluir hasta aquí?

Quien resulte designado el 19 de abril solamente será el presidente nominal de un país en el que la máxima figura política seguirá siendo el Primer Secretario del Partido (presumiblemente Raúl Castro, de manera vitalicia) y donde el control económico ya se encuentra en manos de su hijo.

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