El gobierno de Estados Unidos ha prohibido el uso de fondos federales para financiar actividades de intercambio cultural y educativo con representantes y entidades gubernamentales de Cuba.
En un memorando oficial, la Casa Blanca expone que la medida contra Cuba, Corea del Norte, Rusia y Siria se aplicará «hasta que dichos gobiernos no cumplan con las normas mínimas para la eliminación de la trata o hagan esfuerzos significativos para cumplir con estándares establecidos».
«Determino que Estados Unidos no proporcionará asistencia no humanitaria o no relacionada con el comercio, ni permitirá la financiación de programas de intercambio educativo y cultural con funcionarios o empleados de los gobiernos de Cuba, Corea del Norte, Rusia y Siria en el año fiscal 2020», asegura el Memorando firmado por Donald Trump.
En junio de 2019, Estados Unidos incluyó a Cuba en la lista negra de países que no se esfuerzan lo suficiente por combatir el tráfico de personas.
El anuncio oficial este lunes de la nueva medida se suma a la escalada de sanciones comerciales y financieras contra Cuba, por su respaldo a Venezuela.
La disposición de Trump no implica la desaparación de los intercambios académicos, culturales, educativos y de información entre Estados Unidos y Cuba. Solamente quedan prohibidos aquellos intercambios que reciben fondos del gobierno federal.
En la práctica, la mayoría de los intercambios culturales y educativos entre las dos naciones, que comprenden los viajes de artistas cubanos a Miami y otras ciudades de Estados Unidos, cuentan con el patrocinio de fundaciones e instituciones de capital privado. Asimismo, los fondos de organismos, universidades e instituciones estatales y locales no se encuentran comprendidos en esta prohibición del ejecutivo.
Por tanto, esta medida pudiera afectar a entidades artísticas y académicas que perciben fondos del gobierno federal para favorecer becas, visitas, conciertos y eventos culturales en Cuba y en los Estados Unidos. Así, los programas de universidades y centros culturales que cuenten con fondos de organismos como la National Endowment For The Arts (NEA), se hallarán ciertamente limitados.
La restricción cerrará las puertas además —al menos hastael mes de septiembre del 2020— a los contactos informativos y de cooperación profesional entre agencias federales de los Estados Unidos y representantes del gobierno de Cuba, los cuales fueron favorecidos durante el mandato de Barack Obama.
Los intercambios culturales entre ambos países se han situado en el centro de la crítica de exiliados cubanos que los denominan «plataforma de penetración castrista» en los Estados Unidos.
En las recientes semanas, personalidades públicas y organizaciones de exiliados de Miami han exigido la suspensión de la residencia legal y de los Visados a músicos que defienden el régimen castrista, y no definen su posición política.
Dentro del marco de profundos cuestionamientos públicos, Miami aprobó el pasado mes de julio de 2019 una ordenanza que condena el intercambio cultural con Cuba y proscribe el uso de instalaciones y fondos del gobierno local para acciones de este tipo.
En tal sentido, la medida anunciada este lunes es considerada por activistas exiliados y medios locales en Miami como una victoria total, al asumir que se trataba de una radical desaparición de los intercambios culturales.
No obstante, los intercambios culturales y educativos se hallan regulados para ciudadanos estadounidenses bajo las 12 categorías definidas por el Departamento del Tesoro en los referente a los viajes a Cuba.
La suspensión de financiamientos federales para estos intercambios no implica al otorgamiento de Visados, que es una decisión del Departamento de Estado. Aun así, el otorgamiento de Visados para intercambios culturales y visitas de negocios (Visas B-1 y B-1/B-2) se halla en su nivel inferior desde 2006.
