En los últimos días y como si tratara del pronóstico meteorológico, las notas informativas de ETECSA son algo bien recurrente en los noticieros cubanos. Cada televidente se ha mantenido expectante a todo cuanto se comunica respecto al monopolio de las telecomunicaciones luego de recientes sucesos que han marcado a la empresa de manera negativa. Sentados frente a la tele, y aun con esperanzas de noticias halagüeñas, no nos sorprenden ya los continuos percances que atraviesa la única compañía telefónica. Esos titulares nada felices vienen a confirmar las sospechas de muchos: algo no está bien, y el ¿por qué? no es algo a lo que podamos tener acceso los cubanos de a pie.
Durante las últimas semanas hemos recibido montones de disculpas por interrupciones de todo tipo, pero es evidente que evaden dar respuestas convincentes y claras sobre lo que está sucediendo en las máximas instancias de esa empresa.
Un servicio que ya se paga de forma extremadamente cara y que se caracteriza por una calidad pésima, tanto en lo relativo a la telefonía móvil como a la conexión a internet no debiera permitirse el lujo de desatender o irrespetar a sus clientes. “De que vale hacer nuevas leyes para la protección del consumidor si nadie las cumple, lo que hacen es reírse en la cara de las personas” nos comenta Nancy una bibliotecaria que se dice realmente indignada.
Siendo ETECSA una empresa pionera en el perfeccionamiento empresarial, acreditada a diferentes niveles, y donde se deberían cumplir normas de calidad, gestión y logística; resulta cuando menos contraproducente que incumpla reiteradamente con su principal misión de prestar un servicio de calidad al pueblo.
Es inadmisible que esta empresa no cuente con copias de seguridad, servidores espejos, redes y radio bases alternativas, sistemas de control de temperatura, sistema antincendios, todas ellas, normas básicas que se deben cumplir por una cuestión no solo de seguridad, sino de respeto y observancia hacia las normas y certificaciones que supuestamente avalan su gestión empresarial.
En los últimos días ETECSA no solo ha provocado perjuicios a sus clientes nacionales, sino que todo aquel que por cualquier motivo se encuentre de visita en la isla ha sido afectado, y hasta miles de extranjeros han quedado incomunicados, tras el incendio en el centro tecnológico de la ciudad de Santa Clara el pasado mes. Miles de visitantes extranjeros que se encontraban de paso por el centro del país sintieron en carne propia la ausencia del servicio de roaming quedando completamente incomunicados por varios días.
Un escenario complejo, difícil, peligroso, donde poco faltó para que se afectara de igual forma la telefonía fija en las 4 provincias centrales. ¿Se imagina usted los principales servicios de urgencia sin telefonía? ¿cómo llamar a los bomberos, ambulancias, policía, etc.? Lo sucedido nos hace sospechar que nuestro servicio telefónico es realmente muy débil, y esa sospecha debiera generar urgentes reflexiones dentro del gobierno cubano.
“Estamos sin sistema” nos dice Lizandra, trabajadora de ETECSA en la ciudad de Cienfuegos, cuando le pedimos una tarjeta de navegación Nauta. “Y sin sistema no te la podemos vender” sentencia.
Así de tajante son los trabajadores de ETECSA, ¿y si ellos mismos no tienen sistema qué esperar para el resto? ¿A que se dedican estos miles de trabajadores de ETECSA los días en que “El sistema esta caído”? ¿De dónde sale su salario? Pues de los bolsillos de los cubanos, pero, sobre todo, de los cubanos que un día tildamos de traidores. Los mismos, ahora mismo engordan las arcas del estado cubano desde el exterior, a cambio de comunicación con su familia. Pero también de aquellos otros cubanos que recargan sus servicios con el sudor de su frente.
Nos urgen, más que las necesarias disculpas, una mejor calidad, estabilidad y sobre todo más respeto al pueblo cubano.