Aunque se ha repetido hasta la saciedad que las personas mayores y aquellas con antecedentes de hipertensión, diabetes, enfermedades coronarias o cáncer, son las más vulnerables al nuevo coronavirus SARS-CoV-2, estudios resientes parecen desmentir uno de los criterios que se daban por seguros: el nuevo flagelo apenas afecta a los niños.
Síndrome Inflamatorio Multisistémico en Niños (MIS-C por sus siglas) es el nuevo nombre que los científicos le han dado a esta afección vinculada al covid-19, y que además de Reino Unido ya ha provocado casos de menores enfermos en Italia, Bélgica, Francia, Estados Unidos y España. En este último país, la Asociación Española de Pediatría (AEP) alertó a sus médicos sobre este inusual cuadro clínico en niños ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Según publica hoy Cubadebate: “La mayoría de los niños afectados por el MIS-C no muestran síntomas respiratorios asociados con el nuevo coronavirus cuando son ingresados en los centros médicos; no obstante, todos dan positivo por coronavirus o tienen sus anticuerpos”.
Ante este padecimiento, los menores experimentan síntomas similares al síndrome de ‘shock’ tóxico y la enfermedad de Kawasaki, una rara condición infantil que ocasiona inflamación de los vasos sanguíneos, incluidas las arterias coronarias, que causa problemas de corazón y hasta el paro cardíaco.
Una alerta divulgada por un el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) entre su personal médico, ha generado gran preocupación entre los padres, según publica BBC Mundo.
El mensaje, inicialmente difundido por el North Central London Clinical Comissioning Group, señala que varios departamentos de cuidados intensivos de la capital y de otras partes de Reino Unido han recibido en los últimos días casos de “niños severamente enfermos con síntomas inusuales”.
Si bien «los síntomas más importantes y a los que hay que estar atentos son la fiebre y el enrojecimiento o manchas en la piel, y que el niño no esté bien, ya que la diarrea, los vómitos y el dolor de estómago pueden aparecer por cualquier otra cosa», argumentó a BBC Mundo Cristina Calvo, al frente del Servicio de Pediatría y Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Hospital Infantil La Paz, en Madrid.
Los pacientes de una variedad de edades ingresados a cuidados intensivos con estas condiciones se encontraban severamente enfermos. El cuadro clínico que desconcertó a los médicos, es muy similar a la de los pacientes que sufren shock tóxico y la enfermedad de Kawasaki, entre ellos la fiebre alta, baja presión, erupciones cutáneas y dificultades en la respiración.
En el caso de la enfermedad de Kawasaki, se trata de un mal poco frecuente que afecta mayormente a niños menores de 5 años y provoca inflamación en las paredes de las arterias de todo el cuerpo, pero sobre todo en las coronarias.
Aunque fue identificada hace más de medio siglo, no se han logrado establecer claramente de sus causas, pero una de las hipótesis más probables es que pueda desencadenarse a raíz de una infección.
¿Qué vínculos tiene con la nueva pandemia?
«Sabemos que en los adultos (…) los problemas graves son provocados por un proceso inflamatorio y esto parece bastante un proceso inflamatorio, aunque distinto», dijo en conferencia de prensa Chris Whitty, principal asesor médico del gobierno británico,
«El shock tóxico y la enfermedad de Kawasaki afectan los vasos sanguíneos. Por eso estos síntomas severos en algunos niños son consistentes con la idea de que este virus (SARS-CoV-2) es inusual y causa muchos problemas en los vasos sanguíneos», argumentó.
Cada vez es más claro que muchos de los niños con el nuevo síndrome tienen daños en sus corazones y necesitan tratamiento inmediato, dijeron en la sesión informativa de Actividades de Divulgación y Comunicación del Médico (COCA, por sus siglas en inglés). Y creen que está cada vez más claro que covid-19 está involucrado, a pesar de que muchos de los niños dieron negativo al virus al principio y nunca parecieron haber tenido síntomas de infección.
Al parecer el síndrome parece desarrollarse de dos a seis semanas posteriores a la infección con SARS-CoV-2 y afecta principalmente también a niños que estaban perfectamente saludables de antemano.
No obstante, parece que el tratamiento rápido funciona y la mayoría de los pequeños se van a casa después de unos días hospitalizados, según aseguran los investigadores.