¿Fantasmas en el Teatro Sauto de Cuba?

El Teatro Sauto, de la majestuosa ciudad de Matanzas, Cuba, fue inaugurado el 6 de abril de 1863. Tomó su nombre en honor a Ambrosio de la Concepción Sauto y Noda, vecino y benefactor de la ciudad y amante de las artes.Este precioso Teatro cuenta una excelente acústica; un mecanismo para acceder a su platea solo compartido además por La Scala, de Milán y el Teatro Colón, de Buenos Aires y es reconocido por su techo abovedado y adornado con frescos de las musas del Olimpo.

Sede de irrepetibles espectáculos: en el Teatro Sauto jugó una partida simultánea de ajedrez el Gran Maestro cubano José Raúl Capablanca, y en sus predios se cantó por primera vez en público el Himno de Bayamo, en 1899. Su escenario ha acogido a artistas como Alicia Alonso, Anna Pavlova, Enrico Caruso, Libertad Lamarque, Antonio Gades, entre otros.

No obstante, más allá de estas valiosas reliquias, al Teatro Sauto lo acompañan numerosas leyendas.

Interior – Teatro Sauto de Cuba

Una de ellas asegura que todavía suben a su escenario los fantasmas de las figuras que le dieron fama con sus encantos y talentos, tales como Anna Pavlova y Bola de Nieve.

Otras leyendas populares cuentan que aún puede oírse la campanita que tradicionalmente hacía sonar el dueño del imponente Teatro Sauto, cuando deseaba controlar la algarabía del público.

También se dice que la sexta fila es la de mejor acústica, en particular desde la primera silla. Según cuenta una leyenda, por este lugar vaga el fantasma de un asiático que participó en la edificación del Teatro. Dice la leyenda que su fantasma se pasea por las lunetas para poder disfrutar del resultado de todo su sacrificio en la realización de la obra.

Son leyendas y particularidades que acompañan al Teatro Sauto, reconocido por su innegable suntuosidad arquitectónica, por su valiosa historia, por sus fantasmas.

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