A 100 metros del Capitolio Nacional de Cuba, está la Fuente de la India o Fuente de la Noble Habana.Inaugurada el 15 de febrero de 1837, por iniciativa del Conde de Villanueva. Se esculpió en Italia, con la colaboración de Gerolamo Rossi, Antonio Boggiano y el famoso escultor Giuseppe Gaggini.
Representa la figura de una doncella india sentada, de 2.10 metros de altura, en su mano derecha tiene el escudo de armas de la ciudad, y en la mano izquierda una cornucopia.
No obstante, sin negar sus apreciables cualidades técnicas, varias leyendas incrementan el simbolismo y la subyugante atracción de la famosa Fuente de la Noble Habana.
Cuenta una leyenda que, durante la noche anterior a la inauguración de Fuente de la India, en la ciudad de La Habana sopló un fuerte viento, tan fuerte que destruyó numerosas casas y derribó incontables árboles. Sin embargo, la delicada tela que resguarda el mármol de la Fuente de la Noble Habana, aún sin develar, se mantuvo inamovible, como si el espíritu de sus antepasados aborígenes la protegieran.
Asimismo, otra leyenda asegura que la Fuente de la India está estrechamente vinculada con el nombre de la ciudad. Cuenta la leyenda que como parte de su bojeo a la Isla, los conquistadores españoles llegaron a la bahía, al actual puerto Carenas y allí los recibió una joven aborigen de belleza sin par.
Según la leyenda, los españoles le preguntaron cómo se llamaba y ella dijo: “Habana”. Le pidieron que dijera el nombre del lugar y ella, volvió a decir: “Habana”.
Esta leyenda ha sobrevivido cinco siglos, gracias al mármol erguido en la estatua de la Fuente de la India o Fuente de la Noble Habana. Esta Fuente es una elegante representación de aquella bella aborigen, esposa del cacique Habaguanex, que con sus respuestas nombró a La Habana.