La industria láctea de Sancti Spíritus ha reanudado algunas de sus elaboraciones principales. La entrada reciente de frijol de soya ha permitido reiniciar la fabricación y entrega de productos esenciales para la población.
Principalmente, la reactivación se ha centrado en la producción de yogurt natural, queso blanco y helado. Estos productos, tan queridos, vuelven a estar disponibles en los estantes de los comercios locales.
Según declaraciones de Alexander Pentón Rodríguez, director de acopio y producción de la Empresa Provincial de Productos Lácteos Río Zaza, para Escambray, la llegada de cantidades suficientes de soya permitirá mantener una producción constante de aproximadamente 5,000 litros de yogurt diarios durante los próximos 70 días. Además, se están gestionando nuevos envíos de materia prima para garantizar la continuidad de la producción.
El reinicio de estas actividades no solo beneficia a los consumidores finales, sino que también contribuye a la economía local. La venta de productos lácteos en mercados ideales y plataformas en línea no solo satisface la demanda interna, sino que también genera ingresos que pueden reinvertirse en la adquisición de insumos necesarios para el proceso industrial.
Producción de helados en Sancti Spíritus
Se ha señalado un fallo tecnológico en la planta de producción de helados en Sancti Spíritus, lo que ha retrasado las entregas en la cabecera provincial. A pesar de esto, se está trabajando para solucionar el problema y restablecer la producción lo antes posible.
En cuanto a otros productos lácteos, como el queso fresco, se están explorando diferentes estrategias para su producción y distribución. Mientras tanto, se espera que, con la llegada de la primavera y el consiguiente aumento en la disponibilidad de leche, se pueda retomar la producción de estos productos en la planta de Sancti Spíritus.
Se ha observado una estabilidad en la entrega de leche fluida en los municipios de Trinidad y Sancti Spíritus, lo que garantiza el abastecimiento para la canasta familiar, las dietas médicas y el consumo social.
