El descarrilamiento de un tren de carga, en Caja de Agua, un pueblo entre Zaza del Medio y Guayos en Sancti Spíritus, en el centro de Cuba, mantiene inhabilitado el ferrocarril central. O sea no hay movimiento entre el oeste y el este del país, debido a este accidente. El mismo sufre desde hace meses las peores crisis de combustible, y esta era una vía secundaria de más fácil acceso.
El accidente, ocurrido en el kilómetro 357 de la Línea Central dejó varados el jueves a más de 1400 pasajeros, que continuaron su camino tras una “compleja y coordinada operación de transbordo” en más de 24 autobuses, explicó el semanario provincial Escambray.
Obreros y especialistas de la Unión de Ferrocarriles de Cuba dijeron al semanario que trabajan “sin interrupción” para reparar los 120 metros de vía afectados tras el descarrilamiento, que dañó doce de los trece vagones del tren accidentado. Tres de los vagones que se descarrilaron venían cargados de combustible. El resto del tres descarrilado está compuesto por tolvas vacías, que debían ser llenadas en un central de azúcar cercano.
Las causas del accidente son investigadas actualmente por agentes del Ministerio de Transporte cubano. El país sigue inmerso en un plan para recuperar su deteriorada red de transporte ferroviario, para el que se estima una inversión total de unos 3 mil millones de dólares.
Según los datos oficiales el sistema de ferrocarriles en Cuba cuenta con 8194 kilómetros de vías, además de 500 locomotoras, 13 mil 468 vagones de carga, 20 coches motores y más de 230 coches de pasajeros. En el sector trabajan más de 21 mil personas.