¿Quién se favoreció con el fin de las tarjetas de turismo a Panamá?

Muchos se lo preguntaban y ahora lo afirman: ¡el fin de las tarjetas de Turismo a Panamá le vino bien al gobierno cubano!

Todo el mundo sabe que el otorgamiento de tarjetas de turismo a inversores cubanos que viajaban a la Zona Libre de Colón, favorecía no solo a esos mercaderes solitarios, sino a los propios negociantes istmeños.

Si la Embajada Panameña en Cuba cobraba 20 CUC por cada Tarjeta de Turismo, y diariamente por esa oficina pasaban unos 600 solicitantes, ello representaba una entrada diaria de 12 mil CUC. Ello sin contar que aerolíneas como COPA Airlines se vio tan entusiasmada con el arribo de turistas cubanos que decidió abrir nuevas oficinas en Holguín y Santa Clara, y aumentar sus viajes diarios.

Todo parecía ser un negocio redondo, hasta que apareció en escena un nuevo presidente de vocación izquierdista, entonces de un porrazo se eliminaron las tarjetas que en su momento implementó Juan Carlos Varela para favorecer el comercio entre ambos pueblos.

Aún cuando falta por ver qué tan cerca del gobierno cubano estará el actual mandatario panameño Nito Cortizo, no pocos se adelantaron a afirmar que las empresas inversoras estatales podrían verse beneficiadas con la suspensión de las tarjetas.

Ahora, tras la reciente publicación de un grupo de medidas económicas impulsadas por el gobierno cubano quedan muchas preguntas en el aire, sobre todo entre ese sector de emprendedores que viajaban al exterior con el objetivo de invertir en equipos electrodomésticos, vehículos automotores y prendas de vestir, para luego venderlas en improvisados y nunca bien vistos por los gobernantes “negocios particulares”.

Este martes el gobierno abrió la caja de pandora cuando se declaró interesados en competir con esos inversionistas que el pueblo normalmente identifica como “mulas”. Si bien no se habló de una limitación explícita en los aeropuertos y controles aduaneros del país, a no pocos preocupa el afán gubernamental de querer competir con los particulares “a estas alturas del campeonato”.

Los nuevos artículos que se venderán en una cadena de 70 mercados de La Habana y Santiago de Cuba inicialmente, tendrán precios competitivos con el mercado informal, no serán precios recaudatorios sino similares a los que tienen esos mismos artículos en nuestra área geográfica, declaró el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa en el programa La Mesa Redonda.

Obviamente, el gobierno cubano tiene mayores facilidades para importar desde el exterior lo que un cubano, individualmente, y sorteando los férreos controles aduanales puede entrar al país.

El gobierno cubano siempre pudo hacer lo que ahora se propone, y de hecho lo hacía, solo que un día se acabó su monopolio importador, y los propios “mulas” demostraron cuan excesivos eran los precios en las tiendas recaudadoras, con gravámenes que rondaban el 300%.

Fue precisamente por los altos precios de las tiendas recaudadoras, junto a la poca variedad y mala calidad de las ofertas, que cada vez más divisas frescas que entraban al país se le escapaban al estado. Se escurrían al mercado informal, pues esos ilegales demostraron tener una gestión mucho más eficaz que la del estado.

Para “los mulas” el gobierno nunca pudo ser visto como una competencia, pues tenía todas las posibilidades y ventajas que a estos les faltaban. Sin embargo, es ahora que los gobernantes quieren emular con las personas naturales.

El cierre de las tarjetas de turismo a Panamá le viene como anillo al dedo a esos objetivos del gobierno cubano. Aún cuando no limitarán —al menos así lo aseguraron— las importaciones de carácter no comercial” (ahí pudiera estar la trampa para recrudecer los controles), lo cierto es que el nuevo paquete de medidas impulsadas por el gobierno pone en jaque al sector más dinámico de la economía cubana en los últimos tiempos.

Podría sorprendernos mañana la reaparición de las tarjetas de turismo a nacionales cubanos que busquen importar desde Panamá, pero lo cierto es que, si los dos gobiernos se sientan a negociar sobre el asunto, esa posibilidad ahora parece menos probable.

Mucho más si tiene en cuenta que en el pasado reciente el gobierno cubano pudo haber solicitado a Guyana (otro destino de compras) la eliminación de las exenciones de visado, según reseñaron algunas fuentes noticiosas en su momento.

Por otro lado, la Embajada Panameña en Cuba, que ahora dispone de un nuevo embajador, entregó todas las citas correspondientes a 2019, y nadie sabe qué sucederá a partir de enero de 2020.

Lo cierto es que, ya nadie duda que la eliminación de las tarjetas de turismo en julio pasado solo ha tenido a un gran beneficiado.

El Gobierno cubano competirá con las mulas vendiendo en divisas extranjeras

Seguir leyendo en Directorio Noticias

Déjanos saber tu opinión:

COMENTAR

Deja un comentario

Salir de la versión móvil