En Cuba, el Decreto 289, que regula la entrega de créditos o préstamos bancarios a personas naturales, con referencia para trabajadores cuentapropistas, pequeños agricultores y personas interesadas en reparar o construir viviendas.
El Decreto 289, avala la prioridad de este tipo de créditos bancarios con el fin de apoyar al sector de la economía no estatal, incrementar la producción agropecuaria, e impulsar la rehabilitación habitacional por esfuerzo propio, consideradas tres de las necesidades más imperiosas de Cuba.
Los créditos en Cuba son concedidos en casi un millar de sucursales de: el Banco Metropolitano, El Banco Popular de Ahorro, y el Banco de Créditos y Comercio de Cuba.
Antes de tomar la decisión del otorgamiento de los préstamos bancarios, los Comités de Créditos de estos bancos, analizan el riesgo con respecto al monto solicitado por el cliente, tienen en cuenta las fuentes de amortización y la capacidad de pago con que cuenta el solicitante, y revisan las garantías requeridas para el cumplimiento de las obligaciones con la entidad bancaria.
En la propia sucursal bancaria a la que pertenezca la persona interesada en solicitar un crédito se procederá a entregarle las planillas que el cliente que llegue hasta el banco para adquirir información con el fin de poder solicitar un préstamo bancario.
El cliente debe recoger las planillas que se le entreguen, debe llenar con sus generales dichas planillas y allí en el mismo banco se le explicarán cuáles son los documentos que deberá entregar y cómo es el procedimiento para ser atendido en el banco, por quién, horarios y los días en los que la sucursal se haya disponible para proceder a la realización del trámite de la solicitud.
Cuando el solicitante entregue todos los documentos requeridos en el banco, y cumple los requerimientos que se le expliquen, es importante que conozca que el banco, tiene de 15 a 20 días, para responder a la solicitud.
No existen límites máximos establecidos para el monto de los créditos bancarios, y los importes y plazos de amortización se concilian entre el solicitante y el Banco.
Para acceder a los créditos bancarios sí resulta preciso ser capaz de ofrecer garantías, tales como fiadores solidarios o codeudores, o también, pueden ser garantías con respaldo en algunos bienes materiales, bienes de valor como puede ser, por ejemplo, un automóvil o cualquier objeto valioso de otro tipo.
Los créditos bancarios tienen tasas de interés que oscilan entre el 4,5 por ciento y el 9 por ciento, de acuerdo con el destino de los fondos, el monto y tiempo de amortización conciliado.
Dentro de las sucursales bancarias, los agentes comerciales cumplen la función de asesorar financieramente a los solicitantes, y en tal sentido se encargan de orientar a los solicitantes para hacer más efectivo el trámite de su solicitud y, a la vez, ser capaces de cumplir con todos los requerimientos del solicitante, quien incluso puede valorar la posibilidad de solicitar fondos para que le sean entregados de manera gradual para resolver poco a poco sus problemas.
