Por casi 30 años, la vacuna cubana VA-MENGOC-BC, es el inmunógeno no superado por ningún otro aún hasta nuestros días en la prevención de la enfermedad meningocócica, y cuyos patógenos diana son la causa más común de meningitis bacteriana en el Reino Unido, Irlanda y en muchas otras partes del mundo.
En Cuba, la VA-MENGOC-BC, fue creada en el Instituto Finlay. Se halla indicada para la inmunización activa contra la enfermedad meningocócica generada por los serogrupos B y C.
La enfermedad meningocócica es una infección bacteriana grave del torrente sanguíneo o de las meninges (una capa delgada que recubre el cerebro y la médula espinal).
Esta vacuna se emplea de forma masiva desde el año 1989, y se halla incluida en el Programa Nacional de Inmunización. La VA-MENGOC-BC ha mostrado su insuperable efectividad al disminuir la incidencia de la enfermedad meningocócica por debajo de los 0,1 por cada 100 mil habitantes en Cuba, tasa que se mantiene desde hace muchos años, a pesar de que no ha dejado de existir el microorganismo.
La vacuna cubana VA-MENGOC-BC ha demostrado, como mínimo, un 75 por ciento de efectividad en estudios realizados fuera de Cuba y, hasta un 83 por ciento de efectividad en estudios realizados dentro de Cuba.
A esto se suma el hecho de que la eficacia de la vacuna VA-MENGOC-BC posibilitó generar anticuerpos protectores que durante la etapa investigativa de la vacuna hicieron posible la preparación de una gamma globulina hiperinmune antimeningocóccica B, a partir de los vacunados cubanos con altos títulos de anticuerpos, que pudo ser utilizada para salvar a niños con meningitis, mientras se ponía a punto la vacuna, se obtenía la licencia para su producción y administración y se establecía su elaboración masiva.
Ambas, tanto la vacuna VA-MENGOC-BC como la gamma globulina hiperinmune se hallan patentadas en Cuba desde el año 1987 y en los Estados Unidos desde los años 1997 y 1998, respectivamente.
Asimismo, por su probada efectividad en el control de la epidemia en Cuba, en la que circularon varias cepas; en epidemia de Brasil, también con cepas diferentes; y en brotes en Argentina y Colombia, entre otros, se ha podido constatar que la vacuna VA-MENGOC-BC es efectiva contra gran diversidad de cepas del meningococo B.
En tal sentido, se recomienda el empleo de la VA-MENGOC-BC para la prevención de la enfermedad meningocócica a partir los tres meses de vida, para los residentes en zonas endemo-epidémicas, o aquellos que viajen hacia esas zonas.
Los especialistas aconsejan la administración de la VA-MENGOC-BC a personas que residen en comunidades cerradas, dentro de las que se entienden: círculos infantiles, escuelas internas, campamentos militares, prisiones, áreas densamente pobladas y en cualquier comunidad donde se hayan detectado casos o portadores de meningococos de los serogrupos B y C, lo que aumenta el riesgo de contraer la enfermedad meningocócica.
La VA-MENGOC-BC solo no se debe administrar a personas con hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes de la vacuna. La aparición de cualquier reacción severa tras la administración de una primera dosis de la vacuna es rara, muy poco frecuente, pero solo en dichos casos se contraindica una segunda dosis.