Recientemente, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, atribuyó el retraso en la distribución de la canasta familiar en Cuba al paso del huracán Ian.
Según comentó en la Mesa Redonda, cuando se anunció la llegada de Ian al país, “coincidió con el momento de mayor actividad en la distribución de la canasta”.
La titular del MINCIN aseguró que ello “ocasionó una ralentización de la actividad en los puertos, y aunque existían productos que ya habían arribado, hubo que detener las operaciones y no se pudo abastecer como es costumbre antes del primero de cada mes”.
Varios usuarios de redes sociales se han indignado con la publicación del ministerio en sus canales oficiales.
“¿Hasta cuándo señora ministra? Aún me deben el pollo del mes de julio, agosto y septiembre. Tengo bebés y un adulto mayor”, comentó una madre cubana.
“No han podido asegurar el pollo de la canasta básica de septiembre. Deben el café de septiembre y octubre, las dietas de leche de los enfermos desaparecieron. ¿De qué garantía estamos hablando?”, preguntó otra persona.
En otro comentario, alguien pidió que dados los continuos problemas de abastecimiento de los productos normados es mejor que “quiten la libreta ya y la dejen solo para ancianos y personas vulnerables”.
Según Díaz Velázquez, el paso del huracán por Cuba “trajo consigo un grupo importante de afectaciones, contabilizándose un total de 903 instalaciones dañadas, de las cuales 22 se corresponden a almacenes mayoristas”.
Añadió que la UEB de Comercio de Pinar del Río fue “devastada totalmente”, y sufrieron afectaciones 871 unidades minoristas, de ellas 520 bodegas (429, de esa provincia).
Ante estos daños materiales, se han buscado alternativas, dijo la ministra. “Se adaptaron locales, se reordenaron unidades y algunas unidades están siendo rescatadas”.
Respecto al déficit energético, la gobernante cubana comunicó que inició la distribución de carbón para la elaboración de alimentos.