Día de Todos los Santos: ¿cuál es el origen?

Este miércoles 1 de noviembre se celebra, como cada año, el Día de Todos los Santos. 

Es una festividad de carácter religioso y sus orígenes se remontan a casi 1300 años. Según la web del Vaticano, “la liturgia católica ha dedicado esta Fiesta especial a hacer presentes en nuestra memoria a todas aquellas personas que, superando la debilidad y las tentaciones, fueron dóciles a la acción del Espíritu Santo y ahora comparten la gloria de Cristo”.

Asimismo, sostienen que: “Hoy, el Pueblo de Dios se alegra por el triunfo de todos sus hermanos y hermanas que han trabajado, no sin fatiga, y a veces pagando con el precio de la vida, por la construcción del Reino de Dios, es decir, por la edificación de una nueva civilización donde reinen la justicia, la verdad, la fraternidad y la libertad de los hijos de Dios en la concordia y la paz”.

En su explicación sobre los orígenes de esta celebración, señalan que “esta fiesta nos recuerda que podemos vivir ya desde ahora en la vida eterna si nos comprometemos con determinación a transformar este mundo con la fuerza del Evangelio”. 

Y aunque las tradiciones en torno a este día varían según la región, se suelen celebrar misas y en el caso de Latinoamérica o España visitar las tumbas de los fallecidos o en el cementerio.

1 de noviembre Día de Todos los Santos: ORIGEN

Precisa el Vaticano que en el siglo IV se empezó a celebrar la conmemoración de los mártires, común a varias Iglesias: “Los primeros rastros de esta celebración los encontramos en Antioquía, en el domingo después de Pentecostés; san Juan Crisóstomo ya hablaba de ello”.

Ya entre los siglos VIII y IX, la fiesta se empezó a difundir en Europa, y en Roma específicamente en el IX: aquí fue el Papa Gregorio III (731-741) quien eligió la fecha del 1 de noviembre para coincidir con la consagración de una capilla en San Pedro dedicada a las reliquias “de los Santos Apóstoles y de todos los santos mártires y confesores, y de todos los justos hechos perfectos que descansan en paz en todo el mundo”. 

Para celebrar el Día de Todos los Santos, recuerdan la exhortación apostólica del Papa Francisco:

“No existe identidad plena sin pertenencia a un pueblo. Por eso nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad humana: Dios quiso entrar en una dinámica popular, en la dinámica de un pueblo”.

No se debe confundir el Día de Todos los Santos con el Día de los Difuntos, que se celebra el 2 de noviembre. Hoy, se realiza un especial recuerdo a todos los que viven en la presencia de Dios. Mientras que, el Día de los Difuntos se honra el recuerdo de quienes ya no siguen en la vida terrenal y la Iglesia busca que se dedique esta jornada a la oración por todas las almas. 

 ¿Qué sueles hacer este día? Cuéntanos qué conoces de estas tradiciones. 

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