El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Joe Biden, anunció nuevas medidas para restringir las solicitudes de asilo en la frontera sur.
Estas acciones, emitidas a través de una regla conjunta entre el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Justicia (DOJ), buscan reducir el número de cruces irregulares en momentos de alta afluencia de migrantes.
La disposición, que se presentó como una regla final el 30 de septiembre de 2024, complementa la proclamación presidencial de junio pasado, que ya había limitado la entrada de no ciudadanos sin autorización.
El objetivo principal de esta normativa es acelerar las deportaciones y limitar la elegibilidad de asilo para aquellos que crucen la frontera sin los permisos adecuados. Con ciertas excepciones, como menores no acompañados y víctimas de trata, quienes ingresen de manera irregular no podrán acceder al asilo.
Según la nota oficial, el proceso para definir el estatus de los migrantes será más riguroso y rápido, reduciendo el tiempo de procesamiento y aumentando las expulsiones.
Principales cambios en las restricciones de asilo y deportaciones en la frontera sur de Estados Unidos
Una de las principales diferencias entre la regla final y la medida provisional anterior es que la nueva norma exigirá que el promedio de encuentros diarios en la frontera se mantenga por debajo de los 1,500 durante 28 días consecutivos antes de que se puedan suavizar las restricciones.
Esta decisión busca garantizar que cualquier disminución en el número de cruces sea sostenible, y no un reflejo de fluctuaciones temporales.
Desde la implementación de las restricciones en junio de 2024, las autoridades reportan una caída del 55% en los cruces fronterizos irregulares. Asimismo, se ha triplicado el número de personas procesadas bajo el sistema de deportación rápida, conocido como «expedited removal».
Asimiso, esta estrategia ha permitido a las autoridades estadounidenses repatriar a más de 121,000 personas a sus países de origen en menos tiempo que en años anteriores, señala el texto.
A pesar de estos avances, el gobierno estadounidense sigue instando al Congreso a aprobar reformas migratorias que proporcionen más recursos y herramientas legales para gestionar el flujo migratorio de manera efectiva y humanitaria.
Todo está muy bien concebido,la organización habla sola