Datos oficiales del gobierno estadounidense reflejan el éxodo histórico de cubanos. A pesar de las medidas de emigración legal, siguen llegando a la frontera por miles.
Este sábado la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) publicó las estadísticas actualizadas de encuentros (encounters) en las fronteras, correspondientes a septiembre de 2023.
De acuerdo a la información ofrecida, cerca de 16 mil cubanos arribaron a los puntos fronterizos de los Estados Unidos en el noveno mes de 2023, siendo la mayor cifra del presente año.
Exactamente, fueron 15 mil 677 y en todo el año fiscal (octubre de 2022 a septiembre de 2023) suman más de 200 mil (200 mil 287), la cantidad de habitantes de algunos de los municipios más grandes de Cuba.
El parole humanitario lanzado en enero de 2023 disminuyó significativamente el éxodo durante los primeros meses del año, pero las cifras fueron aumentando desde mayo, aunque todavía son muy inferiores a las del año fiscal 2022.
Datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) indican que 52 mil 053 cubanos han sido beneficiados en los últimos nueve meses con este programa de emigración legal, con un promedio de 5,783 expedientes tramitados al mes.
EMIGRACIÓN CUBANA
Sin embargo, los nacionales de la isla consideran que no son tan favorecidos con las resoluciones, algo que las estadísticas parecen demostrar. Haití lidera el grupo de los favorecidos con el parole 96 mil 445. Le siguen nicaragüenses, 44 mil 298 y venezolanos con 73 mil 092.
La lentitud con la que se procesan los casos y los rumores de la creación de centros de refugio en México han generado una nueva crisis en la frontera.
Según el DHS, septiembre fue el mes con el mayor número de entradas de migrantes ilegales a través de la frontera sur en la historia de Estados Unidos: más de 341 mil 000 personas.
Esta semana, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel admitió que hay una emigración «incrementada» debido a la crisis económica que atraviesa el país y la política de «máxima presión» de la administración de Estados Unidos, que según sus palabras provoca un éxodo «ilegal, inseguro y desordenado».
