Algunos de los sobrevivientes a la explosión en el Hotel Saratoga ofrecieron sus testimonios a la prensa estatal cubana.
El jefe de Seguridad en funciones del Saratoga, Guillermo Díaz Mederos, contó que “todo fue muy rápido”, según reseña Cubadebate.
Explica que estaba en una reunión con otros trabajadores en el mezzanine (entre el lobby y el primer piso), preparando los detalles para la reapertura del hotel cuando tuvo lugar la fuga de gas que ocasionó la explosión.
“Cuando volví en mí, estaba bajo los escombros, no tenía idea de lo que estaba pasando”, señaló.
Relata que cuando logró salir, fue que se dio cuenta que “tenía heridas en la frente, en la cabeza”.
“No tenía fuerzas, había muchos compañeros al lado mío y yo intenté ayudarlos, pero era en vano. Uno de ellos me dijo ‘Guillermo sal afuera y busca ayuda’ ”, dijo.
Algo similar le ocurrió a Juan Carlos Rodríguez González, trabajador de mantenimiento del grupo Gaviota. No recuerda haber sentido la explosión.
“Parecía un día normal de trabajo. Yo estaba parado fuera del hotel, no sentí el ruido, pero sí el polvo ese grandísimo y mucha sangre que me corría por el cuerpo”, declaró al medio.
Cuenta que corrió hasta el teatro Martí y allí encontró “a policías que junto al chofer de un bicitaxi lo cargaron para llevarlo al policlínico cercano”.
Luis Rogelio, uno de los primeros pacientes atendidos en el Calixto García, relató que “estaba en el mezzanine en una reunión y de buenas a primeras me vi en una escombrera”.
“La segunda vez que fue consciente ya estaba dentro de una ambulancia, siendo trasladado al hospital”, señala.
El trabajador del hotel manifestó sus deseos de que “todos los compañeros salgan bien de aquí”.
Según el último parte emitido por el Ministerio de Salud Pública, la explosión en el hotel Saratoga deja un saldo de 94 lesionados, 18 hospitalizados y 40 fallecidos.
