Hace apenas unos días, un operario de Richmeat, fábrica mexicana de picadillo establecida en la zona especial del Mariel (ZEDM), refirió que habían detenido su producción por atraso en los pagos y algunas deudas.
Desde la propia página de la procesadora de cárnicos en la ZEDM explicaron la suspensión temporal de su producción, alegando un “proceso de mantenimiento tecnológico integral planificado”.
“Considerando el sobredimensionamiento de los planes productivos con los cuales se operó en los últimos meses, para reforzar los suministros de alimentos a la población durante el fin de año, la fábrica acometió durante 5 días, un proceso de mantenimiento tecnológico integral planificado”, precisaron.
Asimismo, señalaron que la acción facilita también el inicio del Proceso de Certificación HACCP (Certificación otorgada por la Oficina Nacional de Normalización de Cuba), que permitirá avanzar en la proyección de exportación prevista en el mediano plazo.
No obstante, Richmeat asegura que “desde inicios de marzo la planta reanudó sus operaciones”.
Así se hizo eco el medio estatal Cubadebate: “la planta de procesamiento de cárnicos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel reanudó las operaciones y mantiene su producción de unas 3 000 toneladas métricas de picadillo mensuales”.
QUÉ ES RICHMEAT
Richmeat es el primer usuario de inversión extranjera establecido en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
En sus inicios, la empresa previó una producción mensual de 300 toneladas métricas de producto, que aumentó paulatinamente, y desde noviembre del 2019 a la fecha, ya se superan las 3000 toneladas métricas mensuales.
De acuerdo a información de medios oficialistas, Richmeat de Cuba S.A. es una empresa creada con 100 por ciento de capital extranjero (México), aprobada en 2015.