El sistema eléctrico de Cuba continúa enfrentando serios problemas debido a fallas tecnológicas en varias termoeléctricas clave del país.
La salida de dos de los cuatro mayores bloques de generación ha provocado un déficit significativo en la capacidad energética, que superó los 1000 MW durante el pico nocturno del miércoles, según estimados del Despacho Nacional de Cargas.
Uno de los puntos críticos es la termoeléctrica de Santa Cruz, cuya unidad número uno sigue fuera de operación. Según reporte de la TV cubana, esta unidad, que recibió un mantenimiento ampliado durante 104 días, se sincronizó en julio, pero ha experimentado fallas recurrentes en su sistema de regulación de turbinas, impidiendo una entrega estable de energía.
El mantenimiento incluyó el reemplazo del economizador, fabricado por primera vez en Cuba, lo cual requirió más de 4000 uniones soldadas. Sin embargo, problemas persistentes en la turbina han generado inestabilidad. El proceso de enfriamiento de la turbina, que toma siete días, está en su fase final.
De acuerdo al citado trabajo, el personal de la central enfrenta otras dificultades debido a la falta de acceso a insumos y tecnologías esenciales, resultado de la “renuncia de un proveedor internacional por las restricciones impuestas por el bloqueo estadounidense”.
Termoeléctricas fuera de servicio en Cuba
Mientras tanto, otras unidades fundamentales también han salido de servicio. La planta de Fomento, que llevaba 60 días en funcionamiento, presentó una falla en la caldera debido a un alto consumo de agua. Se espera que esta máquina vuelva a operar el domingo.
En la central de Céspedes, la unidad 4, que también presentaba altos consumos de agua, se repara con la previsión de que esté lista el mismo día.
Por su parte, en Nuevitas, la unidad número 6 debió ser desconectada para realizar un lavado de sus calentadores de aire regenerativo. Este proceso, que tomará aproximadamente 40 horas, se espera que concluya el domingo.
Para mitigar el impacto del déficit energético, la Unión Cuba-Petróleo y la Unión de Ferrocarriles de Cuba han iniciado una operación especial para transportar combustible hacia las plantas de generación, con el objetivo de reducir el déficit y estabilizar la red eléctrica en los próximos días.
