Así trascendió en el más reciente encuentro de la presidencia cubana con representantes del sector empresarial estatal, que esta vez se centró en las entidades que reportaron altas utilidades e incumplieron planes de venta.
Según reporte de la cita, los dirigentes del país enfatizaron en que “el control y reducción de los precios también tienen que ser fruto de la actitud consciente de las direcciones de las empresas y sus colectivos laborales”.
“En última instancia siempre paga la población”, señala el texto.
El análisis de los indicadores del sector empresarial cubano, al cierre de febrero pasado, develó que 479 entidades reportaron utilidades del 150 por ciento o más por encima de su plan.
La conclusión del gobierno cubano es que parecen “haberse elaborado ellos mismos planes que parecen más que cómodos, complacientes”.
Sobre el tema, el Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, se preguntó “¿será que estas empresas son muy eficientes o es que el plan que hicieron estaba lejos de sus potencialidades?”.
También hizo referencia a “un grupo de empresas que entre enero y febrero alcanzaron una rentabilidad sobre las ventas de 80 centavos y más por peso cubano”.
Al viceprimer ministro le pareció cuanto menos “raro”, pues según se explica en el artículo publicado en la web de la presidencia, “el promedio del sistema empresarial en Cuba está en el entorno de los 18 centavos, y el de las entidades estatales en 15 centavos”.
“Gil Fernández caracterizó como un contrasentido que muchas empresas que reportan utilidades del 150 por ciento o más incumplieron a la vez sus planes de venta”, sostiene el reporte.
El titular de Economía manifestó que “salvo que haya cuestiones muy puntuales, se supone que si usted sobrecumple mucho las utilidades, es porque sobrecumplió mucho las ventas, si no es así, la única explicación es que su gasto real fue muy inferior al planificado”.
Asimismo, planteó que “donde haya una rentabilidad muy elevada, es correcto (si fuera posible hacerlo) rebajar los precios o las tarifas”.
Así, reconoció que “trabajamos en una economía que es poco competitiva, que prácticamente pueden imponer el precio, porque el que compra tiene que comprar”.
Sin embargo, pidió “interiorizar que somos empresarios estatales, que estamos representando al Estado, que estamos manejando activos del Estado”.
“Cuando tenemos altos niveles de rentabilidad, debemos, por lo tanto, tener un alto grado de conciencia y analizar cómo podemos disminuir tarifas o precios, porque todos los costos, de manera directa o indirecta, van a los precios que al final de la cadena quien los paga es la población”, señaló Gil Fernández.
El Ministro concluyó que “aquí tenemos una inflación de los tres tipos: la del costo, la de la demanda y la de expectativa —que es algo más subjetivo, pero también está presente en nuestra economía”.
Sobre las 480 empresas que tuvieron pérdidas al cierre de febrero en Cuba, 467 son empresas estatales, con pérdidas por 3 207 millones de pesos.
Del total, 124 en la agricultura, 55 en la industria azucarera, 27 en la industria alimentaria, 19 en la construcción, 14 en la industria, 15 en el transporte, 136 en la subordinación local.
Si el gobierno cubano sospecha sobre «alta rentabilidad» de algunas empresas estatales sencillamente tienen que controlar minuciosamente si es cierto esos resultados porque siempre ha existido el fraude en las empresas estatales , no es noticia nueva,,,, se creó la Contraloría General de la República, y para que??? Cumplir un plan de auditorías y punto?????,,,,noooo,,,, ser oportuno justamente dónde haga falta y esas empresas con esos resultados fantasmas hay que chequearlas minuciosamente. Será sorprendente lo que puedan encontrar………
ya no hay confianza ni en las empresas estatales esto es una locura los dirigentes de empresas buscando la manera de «raspal» lo suyo inventando todo tipo de maraña y siempre dándole la mala al jodió trabajador.. bueno que más nos va a sorprender todo eso es propio de este sistema..