El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, abordó esta semana ante el Parlamento la continuidad de las exenciones arancelarias que benefician la importación de alimentos, medicamentos y productos de aseo sin carácter comercial.
Sin confirmar si la medida se extenderá más allá de la fecha estipulada, el gobernante cubano señaló que “se han venido prorrogando”, según reporta la prensa estatal de la isla.
Extensión de la medida
El pasado 28 de septiembre, el gobierno cubano anunció la prórroga de estas exenciones mediante la Resolución 311/2024 del Ministerio de Finanzas y Precios, publicada en la Gaceta Oficial. La medida, vigente ahora hasta el 31 de enero de 2025, responde a la persistente escasez de productos básicos en el país.
Desde su implementación inicial, esta política permite a los ciudadanos traer alimentos, medicinas e insumos médicos desde el exterior sin restricciones de valor o peso en el equipaje acompañado.
Además, regula las importaciones no acompañadas con un límite de 500 dólares o su equivalente en peso, y establece un tope de 200 dólares o 20 kilogramos para envíos postales.
Relevancia de las exenciones arancelarias en Cuba
Esta medida ha sido fundamental para paliar la falta de productos esenciales en la isla. Los viajeros que ingresan a Cuba pueden continuar importando alimentos, productos de aseo y medicinas sin límites de valor, siempre que los artículos se transporten en bultos separados del resto del equipaje.
A pesar de los rumores sobre el fin de esta política, las exenciones continuarán vigentes, al menos hasta el 31 de enero de 2025. Sin embargo, el gobierno aún no ha precisado si habrá una nueva extensión en esa fecha.
Contexto económico
Cuba atraviesa un panorama económico complicado. Tras las manifestaciones del 11 de julio de 2021, el gobierno cubano implementó esta exención de aranceles para la importación de determinados productos básicos como alimentos, medicamentos y artículos de aseo.
Aunque las autoridades han destacado la relevancia de esta medida para aliviar la escasez en el país, su continuidad genera incertidumbre. Informes de la Aduana de Cuba señalan que algunos viajeros han aprovechado estas disposiciones para revender productos en la isla, lo que ha abierto el debate sobre posibles ajustes a estas políticas.
Frente a este escenario, el gobierno cubano deberá decidir si mantiene los beneficios arancelarios para compensar su incapacidad de garantizar el abastecimiento de la población o si los elimina para frenar la importación comercial que realizan algunos pasajeros.