Tras el anuncio de la unificación monetaria en Cuba y la publicación de las normas jurídicas que regirán el proceso, uno de los temas más polémicos para los cubanos que radican en el exterior lo constituye el impuesto del 4 % que por ley se aplicaría a los residentes cubanos permanentes por contratos en el exterior.
En Directorio Cubano le hemos dado seguimiento a las opiniones y aclaraciones generadas en torno a este tema.
Recientemente nos referimos a la explicación de la Ministra de Finanzas y Precios de Cuba, Meisi Bolaños, en la Mesa Redonda. Además, nos hicimos eco de la nota aclaratoria oficial del propio Ministerio sobre este tributo al que la población se refiere como el ‘impuesto del 4%’, a secas.
Por su importancia, este sábado ponemos a disposición de nuestros lectores la intervención de la Directora de Política de Ingresos-Ministerio de Finanzas y Precios, Yahily García Poma, en la Mesa Redonda de este viernes.
En esta Mesa se han estado explicando un grupo de transformaciones que tienen que ver con el tema tributario, pero vamos a seguir tratando otras transformaciones asociadas al ordenamiento, haciendo un grupo de aclaraciones a la población que nos parece adecuado que este espacio transmita, porque a la población hay que aclararle las dudas, hay que mantenerla informada.
En ese sentido, se nos ha suscitado un grupo de preocupaciones con el impuesto por la contratación en el exterior, el 4 %, donde se ha insistido en aclarar a la población, se ha publicado en el sitio web del Ministerio nota aclaratoria de este tema, por las redes sociales hemos estado aclarando un grupo de preocupaciones que tienen las personas y ciertamente en este espacio volvemos a ratificar lo que ya se ha estado compartiendo: y es precisamente que este impuesto no es un nuevo impuesto, es un impuesto que está reconocido en nuestra ley tributaria y está en vigor de 2013, es asociado a los ingresos que reciban los residentes permanentes en Cuba por contrataciones en el exterior.
Volvemos a recalcar una vez más en este espacio que este es un impuesto que hasta la fecha, no se aplica, hay que esperar a que estén las condiciones para ello y hasta que eso no suceda no se va a aplicar y no se tiene previsto a partir del 2021 con la unificación monetaria aplicar este impuesto.
Sobre cuándo ocurriría la imposición de este tributo, García Poma declaró que “no se ponen impuestos en Cuba de la noche a la mañana, es decir, tranquilidad para la población porque es un impuesto que no vamos a aplicar en el 2021, solo en los atletas, que sí había ya un trabajo previo, conforme a las políticas aprobadas para ese sector.”
Es importante aclarar a nuestros lectores, que aunque no se vaya a aplicar este impuesto el próximo año, tal y como han aclarado funcionarios del Ministerio, este impuesto está en la Ley Tributaria y entrará en vigor una vez las autoridades cubanas anuncien que las condiciones están creadas para ello.
Meisi Bolaños señalaba en un anterior programa que la Ley 113 del sistema tributario vigente desde el año 2013, dispone la aplicación de un “impuesto del 4% por los ingresos obtenidos a las personas residentes permanentemente, que vayan al exterior a laborar y no precisamente por vía oficial o través de convenios, sino en su derecho legítimo de salir al exterior y contratarse”.
Lo establecido por ley es que “el pago se realizará aplicando el tipo de cambio establecido con respecto al dólar estadounidense y el valor mínimo a liquidar es de quinientos pesos cubanos (500.00 CUP) mensuales”. Lo que quiere decir que el impuesto deberá ser de 500 pesos cubanos en adelante.
Lean bien el impuesto del 4por ciento no es para los cubanos q viven en el grupo xterior sino a los residentes en Cuba q salen a trabajar por contratos oficiales o no.
«…Esta leonina imposición es un atraco a mano armada y será muy difícilmente asimilable para quienes no radican físicamente en la isla, sino que visitan a su familia durante unos días cada año y son residentes permanentes sólo en términos migratorios –lo cual es, por supuesto, pura semántica– y que por tanto hace años, o décadas, no hacen uso efectivo de servicios públicos en la isla sino eventualmente, cubanos que además se dejan la piel trabajando en el extranjero bajo disímiles circunstancias para sostener a sus familias fuera y dentro de Cuba, pero que sobre todo –y en esto radica la gran cuestión– se saben tributando ya en esos respectivos países, donde por supuesto pagan un seguro social y sí hacen uso efectivo de los servicios públicos. Esta doble tributación que ahora exige el régimen de La Habana es inaceptable, y jamás encajará en la lógica de un emigrado que además deba tributar por partida doble para el mismo oprobioso régimen que le empujó a abandonar su tierra.
Otras medidas menos radicales, por supuesto habrá, que podrían estudiarse para cubrir gastos del cubano que no desea cambiar su condición migratoria porque visita eventualmente la isla mientras reside en el extranjero –existen seguros de viajes, posibles tarifas diferenciadas durante sus visitas para determinados servicios, por sólo citar ejemplos– pero algo muy diferente presupone meter la mano en el bolsillo de los emigrados cada mes, porque en este caso estamos ante un excesivo abuso, es un auténtico atraco a mano armada, y evidencia la mala fe de quienes otra vez chantajean con prohibir al emigrado la entrada a su propio país –pues tal será el castigo del insubordinado– y toman como rehenes a millones de familias en Cuba cual moneda de cambio en esta jugada sucia del estalinismo tardocastrista…»