El grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la covid-19 determinó este martes que la provincia de Sancti Spíritus pasara a la fase tres de la etapa de recuperación, luego de representar el 77,8% de los casos diagnosticados en Cuba durante el mes de noviembre.
La razón obedece a que durante once jornadas consecutivas el territorio logró cumplir con los indicadores sanitarios definidos para el tránsito a la nueva normalidad, según reporta Escambray.
La decisión supone el avance a la fase tres de los municipios de Sancti Spíritus y Cabaiguán, anteriormente en fase de transmisión autóctona limitada, así como Trinidad, hasta la fecha en fase dos.
Con respecto a La Habana, aunque el Titular de Salud Pública expresó que se observa una situación estable en el control de la transmisión de la enfermedad, se dio a conocer que los viajeros que arribaron desde el exterior constituyen la fuente de infección del 100% de los casos autóctonos diagnosticados la semana pasada.
De acuerdo a información ofrecida por el gobernador Reinaldo García Zapata, en la Habana se da seguimiento a 7 900 viajeros, y se ha reforzado el control y la exigencia en el cumplimiento de los protocolos sanitarios establecidos en sus áreas de residencia. Veintiuno de los 78 controles de focos activos que tiene la provincia, están relacionados con contactos de viajeros.
El director provincial de salud en la capital cubana, Carlos Alberto Martínez Blanco, intervino sobre la aplicación de los decretos a viajeros, específicamente en los municipios de Playa, Cerro, San Miguel del Padrón, Arroyo Naranjo y Regla. Según recoge Tribuna de La Habana, estos hicieron “caso omiso a los protocolos sanitarios y fueron penalizados por el decreto 14/20 con multas de 2000.00 o de 3000.00 pesos.”
En la cita de las autoridades cubanas se hizo referencia al caso de arrendadores ilegales de viviendas, “quienes podrían perder sus licencias e, incluso, pudiera ser confiscado el inmueble destinado al arrendamiento ilícito”.
Se pudo conocer, además, que se planificará un uso más eficiente de los test de PCR. Esto quiere decir que solo se realizarán PCR para los controles de focos, eventos y viajeros. Esto implica que no se harán en los estudios poblacionales, con excepción de personas o grupos de riesgo.
A quienes desean salir de Cuba, se les reitera que solo se le realizarán las pruebas a aquellos viajeros a los que la nación de destino, o la aerolínea, se los exija como un requisito indispensable.
Se anunció también que con el objetivo de detectar la posible existencia del virus comenzarán a aplicarse kits de antígenos a través de un exudado nasal.
Si no se es extrictamente exigente con el control sanitario establecido para los viajeros que ingresan al país, residentes o no, la situación se va a agravar y puede llegar hasta a volver a cerrarse las fronteras. Hay que ser enérgicos con las medidas sanitarias establecidas y que los que viajan a nuestro país estén bien claros de ellas; si quieren venir que estén conscientes de ellas y que las cumplan, si no, que no vengan. También hay que responsabilizar de esos incumplimientos a los que residiendo aquí permitan que eso suceda