Dada la necesidad de repartir cada vez más alimentos mediante la conocida “libreta” en Cuba, Tiendas Caribe en La Habana asegura que revisaron el registro de consumidores para determinar los núcleos reales existentes.
La jefa del departamento comercial, Yamilé Álvarez Trejo, dijo a Cubadebate que “existían personas que tenían más de una libreta, fallecidos hace más de cinco años que aún figuraban como consumidores y otro casos que se habían ido del país”.
Todo ello, cuando hace exactamente dos años, en plena actualización de las Oficoda, la prensa estatal llamaba “a ponerle freno a este problema y evitar que se siga cometiendo una ilegalidad”.
En aquella ocasión, el periódico Granma recordó que es “obligación del jefe de núcleo familiar de dar baja” a toda persona inscrita en su libreta por motivos de muerte, estar en prisión, hogar de ancianos o instituciones hospitalarias por más de 3 meses, o que haya salido de Cuba por más de 90 días o de forma permanente.
Asimismo, debieron aclarar que era falso que se estuvieran imponiendo multas de 5000 pesos a quienes no hicieran el trámite antes mencionado.
REPARTEN ALIMENTOS POR LA LIBRETA EN LA HABANA
Sobre la distribución de módulos en La Habana, desde Tiendas Caribe explicaron que “para organizar todo este trabajo, crearon sistema informático que transparentara las operaciones y centralizar la distribución”.
La directiva informó que “cuando cualquiera de los cinco productos que conforman el módulo entra a Cuba, automáticamente se convierten en núcleos”.
“El sistema a partir de fórmulas matemáticas se encarga de dividir la cantidad de productos para informar cuantos núcleos se logra abastecer”, agregó.
En su opinión, esta medida “es positiva, puesto que anteriormente, se daban situaciones de apropiación indebida y descontrol con los LCC, puesto que algunos utilizaban esa posición para revender productos y cometer ilegalidades”.
“Duele ver que se distribuya solo para la Habana y es realmente lo que está ocurriendo. En mi provincia no ocurre así, todos somos cubanos o es que a nuestros decisores solo le preocupa mejor la situación de los habaneros. Si todo en Cuba es planificado, ¿entonces por qué todos no tenemos igual derecho?, consultó una lectora.
“No crea que esa equidad es en toda La Habana, aquí hay municipios y «municipios». El mío, Boyeros, es un total desastre, no hemos comprado nada y aquella primera vuelta de 2 litros de aceite, demás y demás que vendieron en diciembre, los consumidores del reparto Nueva Fortuna, nunca lo vimos”, escribió otra persona.