¿Quién quiere consentirse después de las comidas con un dulce apetitoso? Los postres nos levantan el ánimo, y hasta nos ponen de buen humor. Para muchos constituye el momento más esperado en la mesa. Para ellos está especialmente dedicada esta publicación de Directorio Cubano.
Antes del siglo XVII no existía en Europa la idea de consumir platillos dulces después de una comida. O sea, los postres no jugaban ningún papel en el menú.
Fue en ese siglo cuando surgió la idea de consumir comida dulce de manera independiente, al terminar los platos principales. De esa fecha también data el primer libro de cocina dedicado especialmente a los postres.
El intercambio entre el Viejo y el Nuevo Mundos causó un incremento del consumo de postres. Por un lado, se redujo mucho el precio del azúcar, y por otro, se popularizaron un montón de cultivos tropicales y exóticos.
Exóticas son también las tres frutas que Directorio Cubano destaca en esta publicación: mango, tamarindo y piña.
Mango brûlée
Ingredientes:
- 3 mangos maduros: medianos o grandes (deben tener una consistencia firme)
- 1½ taza de yogurt natural (opcional)
- ¼ de taza de ron
- 1 cucharadita de canela molida
- 1/3 de taza de azúcar morena
Preparación:
- Pelamos los mangos y los lavamos. Picamos 6 tajadas grandes (2 por cada fruta). Y las colocamos en una fuente llana.
- Bañamos cada rebanada con ron, y espolvoreamos con la canela. Dejamos marinar la fruta a temperatura ambiente por una hora.
- Ponemos al fuego una sartén con el azúcar. Esperamos a que se derrita y se vuelva caramelo. Bajamos del fuego.
Llegó el momento de servir. Usamos 6 cuencos para postre. Repartimos el yogurt entre todos, y colocamos en cada uno, luego, una tajada de mango. Terminamos bañando cada pieza de fruta con el caramelo caliente.
“Aquí tenemos un postre de inspiración francesa”, nos cuenta Josselin Melara.
Tamarindos enchilados
Ingredientes (para 12 porciones):
- 1 kg de tamarindos pelados y lavados
- 500 g de azúcar moreno
- 100 g de chile en polvo
- 1 cucharada de sal
Preparación:
- En una cazuela honda ponemos a calentar unas 3 tazas de agua con el azúcar. (Debe ser suficiente para tapar todos los tamarindos).
- Al hervir, metemos los tamarindos y cocinamos, removiendo siempre, hasta que espese. Retiramos del fuego y refrescamos.
- Al cabo, añadimos la sal y el chile en polvo. Mezclamos bien.
- Dividimos el contenido en porciones, que vamos envolviendo en trozos de papel celofán, o de envolver turrón de maní, o en pedazos de plástico (bien limpios, por supuesto).
Tip extra de Directorio Cubano: también podemos comenzar por remojar los tamarindos, y luego macerarlos con el azúcar y un poquito de agua, para extraerles toda la pulpa. Para después, mezclar esa pulpa concentrada con el agua hirviente, y continuar con el proceso según indicamos arriba. Por supuesto, debemos ajustar la cantidad de agua a la cantidad de pulpa.
“Este es un postre típico de México. Según la tradición, constituye uno de los infaltables durante el mes de las fiestas patrias de ese país”, nos relata Josselin.
Postres internacionales, pero perfectamente posibles de elaborar en Cuba. ¡Una aventura de sabor!
Directorio Cubano recuerda: queremos que nos escriban, y nos cuenten sus preferencias gastronómicas y cómo las preparan, paso a paso.
